El secretario de Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez, precisó que la crisis de salubridad provocada por el coronavirus, fue uno de los principales factores a considerar para la construcción del presupuesto 2021 y recordó que en un principio el comportamiento y los efectos del virus eran desconocidos, ya que no se sabía de su magnitud.

Ante ello recordó que el Gobierno de México se enfocó ante la crisis económica por el coronavirus Covid-19 a apoyar a los beneficiados con programas sociales, dijo durante la presentación que hizo del paquete fiscal 2021, en la mañanera presidencial.

El gobierno federal estimó que la economía crecerá 4.6 por ciento en 2021, pero con la expectativa de ajustar al alza si la disponibilidad de una vacuna contra covid-19 permite una reapertura amplia de la actividad económica a principios de año. 

Como se anticipaba, el proyecto de ingresos y egresos no consideró un aumento de impuestos ni gravámenes nuevos, aunque el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, insistió en la necesidad de avanzar en una nueva reforma tributaria. “Este no es el momento para cambiar o aumentar impuestos, no cuando amplios sectores de la economía han visto sus ingresos mermados.

Tenemos que empezar, sí, con tranquilidad y responsabilidad a pensar la estructura tributaria que nos permita avanzar hacia una sociedad más equitativa y a ser un país con menores desigualdades entre los hogares y las regiones”.

Advirtió: “Resulta pertinente tener claro que hasta que no encontremos una solución al final a la pandemia, idealmente, mediante la aplicación de una vacuna, la economía operará en condiciones especiales”.

En el contexto de la pandemia y sus efectos económicos, el paquete económico que proyectó para 2021 una inflación anual de 3 por ciento y un tipo de cambio promedio de 22.1 pesos por dólar, así como un precio de 42.1 dólares por barril de petróleo y una plataforma de producción de un millón 857 mil barriles diarios, la cual considera el nuevo entorno de demanda y precios, además del énfasis en la eficiencia en producción y abastecimiento de combustibles por parte de Pemex.

La Secretaría de Hacienda calculó ingresos presupuestarios por 5 billones 539 mil millones de pesos para el próximo año, los cuales son menores en 3 por ciento reales que los aprobados en 2020, pero mayores en 6.4 por ciento real respecto a los estimados al cierre.

El Presupuesto de Egresos prevé a su vez un gasto neto total de 6 billones 295 mil millones de pesos, de los cuales casi 30 por ciento se destina a estados y municipios. De acuerdo con la exposición de motivos, el paquete económico 2021 da prioridad a tres objetivos de política pública: “Ampliar y fortalecer las capacidades del sistema de salud, particularmente los servicios orientados a la atención de los grupos en situación de vulnerabilidad; promover una reactivación rápida y sostenida del empleo y de la actividad económica, y continuar reduciendo la desigualdad y sentando las bases para un desarrollo equilibrado y vigoroso en el largo plazo”.

En los Criterios Generales de Política Económica, Hacienda prevé para 2022 un crecimiento puntual del PIB de 2.6 por ciento y de 2023 a 2026 de 2.5 por ciento. El escenario macroeconómico de mediano plazo está sujeto a riesgos y escenarios positivos. En primer lugar, contempla un posible entorno más alentador con disminución de contagios y aplicación de una vacuna, así como aumentos en la productividad global. En contraste, entre los factores que pueden afectar el crecimiento destaca que continúen las disrupciones por la pandemia del covid-19 y se profundicen las tensiones comerciales, afectando la estabilidad del sistema financiero y el crecimiento global de mediano plazo, así como una profundización de los conflictos comerciales y los riesgos geopolíticos que genere menores perspectivas de crecimiento en la economía mundial.

Otro factor contra el crecimiento es una recuperación lenta de la economía de Estados Unidos y condiciones más restrictivas en los mercados financieros internacionales por los procesos de normalización de las economías, que afecten la inversión y los flujos de capitales a escala mundial.

Según las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, la caída anual del PIB en 2020 será de 8 por ciento siempre y cuando se acelere el ritmo de la economía, evitando un rebrote de covid-19, pero remarcó que entre economía y salud no hay disyuntiva: “Estamos estimando una caída anual del PIB para este año de alrededor de 8 por ciento; esto, por supuesto, dependerá de que, con la colaboración y actitud responsable de todos, nos permita apresurar el ritmo de la economía al tiempo que evitamos un rebrote de los contagios. Déjenme ser muy claro: no hay disyuntiva entre economía y salud, la economía solo podrá crecer de manera sostenida si mantenemos contenida la pandemia.