Editoriales

El juego de pelota

Hace tres milenios ya había en Mesoamérica un juego aristocrático. El juego de pelota era una competencia con reglas muy severas que consistía en que dos equipos se enfrentaban, cada uno de ellos dependiendo del torneo que se tratara, podía ser desde tres a siete jugadores.

La pelota simbolizaba al sol, y debía estar siempre en el aire, por lo que, si algún equipo permitía que la pelota cayese, significaba que el sol se había caído en un submundo donde perdía su luz. El castigo era la muerte.

La pelota se elaboraba con tzictli –chicle- que consistía en la goma que se forma con el jugo del zapote cuando se coagula.

Las reglas del juego impedían que la pelota fuera tocada por ninguna otra parte del cuerpo que no fuera las manos, los codos y las rodillas.

Hay suficientes evidencias en códices, grabados y hasta esculturas para comprobar su existencia, aunque con la conquista y después la colonia, los niveles sociales entre las tribus indígenas fueron desapareciendo y el juego de pelota olvidando.

Hoy día se juegan otros juegos de pelota, que algunas veces tienen para los derrotados castigos peores que los antiguos, pues ahora los matan muchas veces cada vez que recuerdan los aficionados las fallas que se ponderan de peor manera que si el sol se cayese.