Septiembre 23 de 1846: María de Jesús Dosamantes, joven mujer que, “vestida de capitán y montada para pelear contra los injustos invasores”, entró en acción durante la Batalla de Monterrey. Se había presentado desde el 19 de septiembre con el general Pedro de Ampudia, solicitando participar en la defensa de la ciudad. Para el día 23 ya estaba a las órdenes del coronel José López Uraga, responsable del fuerte La Ciudadela. María de Jesús Dosamantes iba uniformada de militar y una vez en el frente de batalla los soldados se daban valor al ver que una dama les ponía la muestra. Ella transitaba a lo largo de la línea de fuego para levantar las condiciones reales de los soldados mexicanos. Este gesto ayudó mucho a que los nacionales se crecieran en el campo de batalla, al grado que La Ciudadela fue la única posición de la línea exterior que no pudo ser tomada por los invasores. No se cuenta con todos los datos de esta heroína mexicana, que defendió con uñas y dientes la plaza de Monterrey. La otra dama que también se distinguió por su heroicidad, fue Josefa Zozaya, de quien ya hemos hablado en este mismo espacio…
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