Editoriales

El negocio de las semillas

Acababa de pasar la semana santa del año 2010 y los haitianos seguían dolidos por los estragos del terremoto sucedido el 12 de enero anterior.

En plena pascua, recibieron una invitación para asistir a un acto donde se les regalaría mil sacos de semillas producidas por la empresa Monsanto, madre que ha parido semillas transgénicas, estériles y semillas Terminator.

Estas semillas son absolutamente anti natura, pues la otra madre, la madre naturaleza produce semillas fecundas que alimentan a los hombres desde que la raza humana existe.

Desde 1998 se registró la patente de semillas estériles a nombre de la empresa Delta and Pine, integrada al corporativo Monsanto.

Estas semillas estériles nacen, crecen, no se reproducen y mueren. Esto es, para sustituirlas después de producir, se debe comprar de nuevo otra semilla, y así sucesivamente hasta que se sustituyan por otras que cuestan buen dinero, y sobre todo, consumen pesticidas porque su debilidad les hace ser presa fácil de las plagas.

Los campesinos haitianos fueron juntos a recibir el valioso regalo, pero una vez en su poder, quemaron todos los sacos que contenían esas semillas monstruosas.