Durante años, los funcionarios mexicanos se han quejado de que el control laxo de las armas de Estados Unidos fue responsable del devastador derramamiento de sangre en México. El miércoles, trasladaron su campaña a los tribunales estadounidenses y presentaron una demanda contra 10 empresas de armas.

 La demanda, presentada en un tribunal federal de Massachusetts, fue la primera vez que un gobierno nacional ha demandado a los fabricantes de armas en Estados Unidos, dijeron las autoridades. La demanda acusa a las empresas de facilitar activamente el flujo de armas hacia poderosos cárteles de la droga y de alimentar un tráfico en el que se descubre que el 70 por ciento de las armas rastreadas en México provienen de Estados Unidos.

 "Durante décadas, el gobierno y sus ciudadanos han sido víctimas de una avalancha mortal de armas de estilo militar y otras armas particularmente letales que fluyen desde los Estados Unidos a través de la frontera", se lee en la demanda. La avalancha de armas es "el resultado previsible de las acciones deliberadas y las prácticas comerciales de los acusados".

 El gobierno citó como ejemplo tres armas fabricadas por Colt que parecen apuntar directamente a una audiencia mexicana, con sobrenombres y temas españoles que resuenan en México. Uno de ellos, una pistola .38 de edición especial, tiene grabado el rostro del héroe revolucionario mexicano Emiliano Zapata y una cita que se le ha atribuido: “Es mejor morir de pie que vivir de rodillas”.

 Esa fue la pistola que utilizó un pistolero en 2017 para matar a la periodista de investigación mexicana Miroslava Breach Velducea, dijo el gobierno. Una integrante de un grupo vinculado al poderoso cartel de Sinaloa fue condenada por su asesinato el año pasado.

Los expertos legales cuestionaron las últimas posibilidades de la demanda, dado que la ley federal de los EE. UU. Garantiza a los fabricantes de armas un fuerte escudo contra las demandas de las víctimas de la violencia con armas de fuego y sus familiares. Pero algunos dijeron que la demanda podría brindar apoyo político al fortalecimiento de las regulaciones sobre armas en Estados Unidos, que se encuentran entre las más flexibles del hemisferio.

 “Es un poco arriesgado”, dijo Carl Tobias, profesor de derecho en la Universidad de Richmond. "Puede ser solo una forma de llamar la atención del gobierno federal, Biden y la Casa Blanca para que puedan sentarse y hacer un trato".

 México tiene leyes estrictas que regulan la venta y el uso privado de armas, y los grupos narcotraficantes del país a menudo se arman con armas estadounidenses . El Departamento de Justicia descubrió que el 70 por ciento de las armas de fuego enviadas para su rastreo en México entre 2014 y 2018 se originaron en los Estados Unidos.

 “Estas armas están íntimamente ligadas a la violencia que vive México hoy”, dijo el miércoles el canciller Marcelo Ebrard en conferencia de prensa.

 El gobierno argumenta en la demanda que los fabricantes de armas estadounidenses facilitan a sabiendas la venta de armas a grupos criminales en México al comercializar sus productos de manera que atraigan a los narcotraficantes y se niegan a imponer restricciones responsables a las ventas.