Grecia cita “La Odisea” para declarar fin a su crisis
ATENAS — En un discurso lleno de referencias a la mitología griega y pronunciado en la isla de Ítaca, el primer ministro griego declaró con alivio el fin de los pagos internacionales a cambio de duras medidas de austeridad.
El mandatario, Alexis Tsipras, especialmente se refirió a “La Odisea” de Homero.
Gracia está a punto a ser de nuevo “un país normal”, dijo Tsipras desde Ítaca, la isla de origen del héroe mitológico Odiseo, el rey mesenio cuyas arduas travesías son relatadas en “La Odisea”.
“Desde el 2010, Grecia ha sufrido su propia odisea”, dijo el mandatario en un discurso lleno de referencias a la literatura y mitología griega. “Ítaca es sólo el comienzo”.
Tsipras declaró que Grecia ha recuperado su libertad financiera tras años de ceder a las demandas de los acreedores de recortes y reformas económicas a cambio de asistencia.
La decisión de hacer el anuncio desde una isla recordó al inicio de la crisis, en el 2010, cuando el entonces primer ministro George Papandreou habló desde la isla de Kastelorizo, informando a la nación que en efecto el país estaba en la bancarrota y necesitaba ayuda económica del extranjero.
A cambio de los préstamos, los gobiernos subsiguientes tuvieron que imponer duras medidas de austeridad para equilibrar el presupuesto y sanear las finanzas del país. En esa época la economía griega se contrajo en 25% y el desempleo aumentó al punto que hasta el día de hoy, una de cada cinco personas está desempleada. Los ingresos disminuyeron y los impuestos subieron.
Evidentemente, ha sido una trayectoria difícil y dolorosa para Grecia, una que ha durado casi tanto como las legendarias aventuras de Odiseo.
Odiseo fue protagonista renuente en la Guerra de Troya, una expedición cuasimítica de reinos mesenios griegos para conquistar la ciudad de Troya en lo que hoy en día es el norte de Turquía. Tras la caída de Troya, perseguido por furiosos dioses, Odiseo tuvo que sufrir otros 10 años de desventuras en el mar antes de poder regresar a Ítaca.
Una vez allí, apabullado y harapiento, Odiseo halló su vivienda ocupada por un grupo de jóvenes que trataban de convencer a su fiel esposa a que se vuelva a casar. Odiseo los masacró, para luego morir a manos de su hijo y la seductora Cirsa.
“Hemos llegado a nuestro destino”, dijo Tsipras. “Los rescates financieros que conllevaron a la austeridad y a la recesión y que convirtieron a nuestro país en un desierto social, han concluido”, dijo Tsipras.