GUAYAQUIL/QUITO - Las acusaciones de un ex ministro de Petróleo, quien asegura que el Gobierno ecuatoriano está involucrado en una red de corrupción en la estatal Petroecuador, han generado una ola de ira entre los votantes de las elecciones presidenciales del domingo.
Carlos Pareja, quien se encuentra fugitivo de la justicia tras ser acusado de aceptar 1 millón de dólares en sobornos para asegurar contratos con Petroecuador, ha estado publicando videos que acusan de corrupción a funcionarios cercanos al presidente Rafael Correa.
El vicepresidente Jorge Glas, compañero de fórmula del candidato oficialista Lenín Moreno, aparece en esos videos.
"í‰l es el cabecilla", dijo Pareja en una de sus publicaciones, sin proporcionar detalles específicos sobre sus denuncias.
Glas, quien supervisó el petróleo y la infraestructura como ministro de Sectores Estratégicos, ha negado las acusaciones. Pareja no ha implicado a Moreno, ex enviado de Naciones Unidas para Discapacidad y Accesibilidad.
La saga, junto con el reciente escándalo de la constructora brasileña Odebrecht sobre el pago de 33,5 millones de dólares en sobornos a funcionarios ecuatorianos para asegurar contratos, ha manchado los comicios.
Correa ha calificado a Pareja como un "cobarde corrupto" que intenta desviar su culpa sobre un sobreprecio en el contrato de rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas, la más grande del país. El Gobierno abrió una investigación tan pronto como se detectaron las irregularidades.
Pero las denuncias y acusaciones son una mala noticia para los ecuatorianos seguidores del Gobierno, según analistas, porque los comicios del domingo se avizoran como reñidos, lo que obligaría a Moreno a medirse con la oposición en una segunda vuelta.
Fermín Olmedo, director de una escuela de conducción, planeaba votar por Moreno pero estaba indeciso por los escándalos de corrupción y ahora decidió no darle su voto.
"Se ve que no ha habido un control y todos son cómplices", dijo Olmedo, de 37 años. "No quieren que se conozca porque sería un golpe muy fuerte para el Gobierno y las elecciones".
Con sondeos que muestran que ahora la corrupción también es una preocupación para los ecuatorianos -después de la economía y el desempleo-, Moreno ha dicho en repetidas ocasiones que hará "una cirugía mayor" para eliminar a los "corruptos".
Pero los encuestadores advierten que es difícil medir cómo la corrupción ha afectado a la campaña.
Aunque Moreno sigue siendo el candidato con más probabilidades de ganar, su popularidad ha estado cayendo: alrededor del 32 por ciento de los ecuatorianos dijeron este mes que votarían por él frente al 37 por ciento de octubre, según la firma Cedatos.
"Como Moreno es el candidato del Gobierno, se vería afectado", explicó Polibio Córdova, presidente de Cedatos, quien dijo que la corrupción aumenta el número de indecisos.
"NO TODOS SON PERFECTOS"
Ecuador es el primer país de América del Sur que realiza elecciones presidenciales desde que Odebrecht admitió que repartió cientos de millones de dólares en sobornos en varios países sudamericanos. Hasta el momento, no se ha realizado ninguna detención, aunque se iniciaron investigaciones.
Analistas están siguiendo de cerca a Ecuador para ver si se suma a Argentina, Brasil y Perú en el cambio de su modelo después de una década de socialismo.
Mientras que Correa logró estabilidad política y lanzó programas sociales populares, muchos están en desacuerdo con su estilo confrontacional y el creciente desempleo.
"Esto es una gotita más al vaso de agua que ya estaba lleno", dijo la ingeniera en sistema Inés Cueva, de 42 años, quien votaría por un candidato de la oposición.
Algunos partidarios del partido gobernante, sin embargo, no dan importancia a las acusaciones de corrupción.
"No todos son perfectos, pero si han hecho más de los que estuvieron antes", dijo la estudiante de negocios, Génesis Mariscal de 22 años.