18/Oct/2024
Editoriales

ARTE Y FIGURA 25 07 24

Continuamos con Libro “La Tauromaquia en México” por Antonio Navarrete.

Don José María González Muñoz

 

A principios del siglo XIX la Hacienda de San Mateo Huiscolotepec, conocida también como Piedras Negras, cerca de Tetla, Tlaxco y Terrenate en el estado de Tlaxcala, tenía ya una antigua tradición. Era desde tiempos atrás posada para los viajeros que debían realizar en diligencia el entonces fantástico trayecto de México a Veracruz.

 Más de uno debe haber llegado ahí despavorido después de enfrentar a los temibles bandidos de Río Frío, tan bien recreados en el arte de la literatura por Don Manuel Payno. Poco después Don Mariano González arrienda la hacienda para cultivar las tierras y trabajar en la entonces floreciente industria del pulque, con tal éxito, que la ya famosa finca termina por ser suya.

 Tres de sus nueve hijos vienen a ser definitivamente taurinos. De entre ellos, Don José María se asocia con un primo suyo de igual nombre, ganadero de Tepeyahualco, para llevar a Piedras Negras las reses de la antigua ganadería poblana de San Cristóbal la Trampa. Es el tiempo en que la máquina de vapor revoluciona al mundo y empiezan a tenderse redes ferroviarias en todas partes, como un símbolo de progreso, idea presente a lo largo de la historia entera.

 Así nace Pavón junto a Piedras Negras, parada obligatoria del ferrocarril de vía angosta al que se le puso el ostentoso título de interoceánico y que llegaba y partía en la ciudad de México de la antigua estación de San Lázaro. Desde un principio, Don José María es ayudado por sus hermanos Don Carlos y Don Manuel en la cría del mitológico toro de lidia. Don Carlos tiene ocho hijos, para quienes funda otra ganadería en la fracción de Piedras Negras conocida como San Lucas Cuaxamaluca, administrada hasta su muerte por el legendario Don Felipe González, el Gallo Viejo, secundado por sus hermanos Don Darío y Don Mariano principalmente, quienes logran que Coaxamalucan llegue a los primeros planos del toreo ya en el siglo XX.

 Don Lubín y Don Romárico, hijos de Don Manuel, continúan administrando Piedras Negras a la muerte de su tío Chemalía, y es Don Ramárico quien funda La Laguna. De sus hijos, Don Wiliulfo es el único ganadero en el mundo que de una misma raza consigue crear dos tipos distintos de toro de lidia.

 Sus hermanas Doña Beatriz funda Rancho Seco y Doña Cristina Zacatepec. En 1929 se lidian por primera vez toros mexicanos en España. Plaza, el viejo Chofre de San Sebastián, 4 de Piedras Negras y 4 de Clariac para Marcial, “Cagancho”, Manolo Bienvenida y Heriberto García. Es así como estas divisas, siempre rojo combinado con un color obscuro: negro, morado, tabaco, caña y gris, hacen la historia del toreo en México.


   Continuará… Olé y hasta la próxima.