El ex presidente hace dos apariciones "casuales" en el centro de protestas anti Trump
Poco y nada se sabía del ex presidente de Estados Unidos Barack Obama desde que se lo vio muy relajado en las playas de las Islas Vírgenes Británicas aprendiendo kitesurf. Hasta ayer. El hombre más poderoso del mundo hasta el pasado 20 de enero volvió a su país y despertó la euforia de Nueva York, una de las ciudades que suele albergar las protestas contra el actual mandatario, Donald Trump.
Videos compartidos en las redes sociales mostraron el momento de euforia espontánea que generó Obama cuando salió de una cafetería sobre la Quinta Avenida a la altura 160, en el barrio del Flatiron.
El ex presidente salió de un edificio de oficinas con un café en su mano y al dirigirse a la camioneta que lo trasladaba acompañado por agentes del Servicio Secreto, los neoyorquinos le hicieron notar su cariño mediante una ovación que duró algunos minutos.
Obama, vestido con un traje sin corbata, sonrió y saludó a la distancia a sus seguidores. Luego se puso sus anteojos de sol, se despidió de la gente, y se subió al vehículo para irse. El momento fue rápidamente viralizado en las redes sociales.
Anoche, Barack Obama fue con su hija mayor, Malia, a una reposición de la obra The Price, de Arthur Miller, en Broadway.
La obra protagonizada por Danny DeVito, Mark Ruffalo, Tony Shalhoub y Jessica Hecht es representada en el American Airlines Theatre de Manhattan.
Ayer también Obama habló telefónicamente con el presidente Mauricio Macri -quien estaba en España- y le prometió que en 2018 vendrá a la Argentina junto con su familia, según informó la Casa Rosada.
Los Obama anunciaron que, tras dejar la Casa Blanca, seguirán viviendo en Washington -alquilaron una casa en Kalorama- por lo menos hasta que la menor de la familia, Sasha, termine el colegio en la capital estadounidense.
