España enviará 1.370 lanzagranadas y 700.000 cartuchos de fusiles y ametralladoras a Ucrania.
Continúa el ataque sobre Kiev y, con especial virulencia, sobre Járkov. Ambas ciudades, ya prácticamente ‘fijadas’ y bajo asedio, no tienen más posibilidades que plantear un combate urbano, defensivo y sin idea de retroceso para desgastar, física y moralmente, a las tropas rusas.
En el sur, con la llegada a Jersón, en la desembocadura del río Niéper, Rusia controla el acceso a ese río, que es navegable en gran parte.
Se puede dar así por concluida la primera fase de la ofensiva rusa. Procede la consolidación y limpieza del área alcanzada, el mantenimiento de equipos y el reabastecimiento (víveres, municiones, combustibles, etcétera).
Tras un paso de escalón a las unidades desgastadas, se podría retomar el impulso ofensivo para una segunda fase, cuya finalidad sería negar a Ucrania su acceso al mar.
Esfuerzo que se desdoblaría en dos direcciones de ataque, respectivamente: Jersón-Mariupol y Jersón-Odesa. Uno u otro, o ambos, podrían ser complementados por operaciones anfibias.