La Iglesia Católica reconoció ayer que tiene un  déficit de sacerdotes y por lo tanto necesita más, ya que los actuales son insuficientes.

Para mantener un equilibrio en la atención a la población católica y al número de parroquias. Y precisó que  la Arquidiócesis de Monterrey requiere de un mínimo de 11 nuevos sacerdotes cada año, indicó el Arzobispo Rogelio Cabrera López.

 El Jefe de la Iglesia Católica, el Arzobispo Cabrera López, dijo que este año serán siete y  la misa de ordenación de estos nuevos presbíteros se realizará el próximo martes en la Basílica de Guadalupe a las 17:00 horas.

 Inclusive, el Arzobispo presentó a los siete diáconos a ordenar, entre los que están Édgar Eduardo Alvarado González, Adrián Marcelo Halún Cavazos, Carlos Nicolás Gómez Muñiz, Reynaldo Lázaro Arriaga, Pedro Mora Oviedo, Roberto Van Troi Ramírez Garza y Ángeles Josué Loredo García.

 Para Cabrera López, estas ordenaciones siguen siendo pocas comparadas con el crecimiento de la población católica en la Ciudad, donde cada año el fenómeno migratorio suma 120 mil nuevos fieles.

 "Esto nos trae siempre esta desproporción, los nuevos sacerdotes, tienen muchas tareas, tienen horarios de trabajo muy cargados, pero también están llamados a atender los espacios donde menos podemos estar", señaló el Arzobispo.

 Dijo que la obligación de la comunidad sacerdotal, es atebder El gran cinturón de Monterrey de las clases populares, de las clases menos privilegiadas, pero El campo está abandonado y, al menos de parte nuestra, debe haber siempre esta cercanía".

 Añadió que debido a que de otras Diócesis de México e incluso de otros países se han recibido solicitudes para cubrir la demanda de sacerdotes, algunos de estos nuevos presbíteros irán a lugares como Sonora y Durango.

 Sin embargo, ante la falta de una cantidad suficiente de ordenaciones, no se pueden cubrir todas las necesidades que se presentan.

 Cabrera López también anunció que del lunes 21 al domingo 27 de agosto se realizará una semana de animación vocacional, serie de jornadas diarias en cada parroquia para ayudar a los jóvenes a descubrir si tienen un llamado sacerdotal o religioso.