Estados Unidos.- La cadena de noticias NBC, informó que el gobierno de los Estados Unidos tiene varios informantes que fueron infliltrados en las distintas caravanas migrantes y que brindan información a la Casa Blanca sobre los migrantes que viajan en el movimiento.
Según la información de la televisora, el gobierno de Trump paga grandes cantidades de dinero a estos 'inflitrados'.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) obtiene información de inteligencia mediante el pago a estas personas, que se encuentran en el interior del numeroso grupo de migrantes.
Esta táctica la combina, según las fuentes del DHS que cita NBC, con el seguimiento de los mensajes de texto de los propios migrantes, que utilizan grupos de WhatsApp para comunicarse entre ellos y organizarse.
Además, Estados Unidos trabaja junto con el gobierno mexicano para obtener datos sobre la composición, los movimientos y posibles amenazas de seguridad.
La caravana ha sido objeto de múltiples ataques por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha asegurado que en el grupo se encuentran numerosos criminales y se ha referido a este como una "invasión".
Ante el avance de la caravana y en plena campaña electoral para los comicios legislativos del 6 de noviembre, Trump anunció el envío de militares a la frontera con México.
De acuerdo a los últimos datos divulgados por el Pentágono, en estos momentos unos 5 mil 900 militares se encuentran desplegados en la frontera sur colaborando con las autoridades fronterizas.
En los últimos días unos 3 mil centroamericanos, 400 de ellos niños, que formaban parte de una de distintas caravanas, llegaron a la ciudad mexicana de Tijuana, limítrofe con la estadounidense San Diego, con la meta de pedir asilo en Estados Unidos.
El pasado 9 de noviembre, Trump firmó una proclamación presidencial para prohibir el asilo a las personas que crucen la frontera con México de forma irregular, una medida que fue hoy bloqueada por un magistrado federal.
Ante la decisión del juez, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, consideró en un comunicado que la resolución judicial "abrirá las puertas de la inundación, invitando a innumerables inmigrantes ilegales a colarse" en el país "a costa del dinero de los contribuyentes estadounidenses".