Es un periodista con muchas tablas y experto en el "arte" de complacer al poderoso golpeando a quienes le molestan o teme. No podía meter la pata de esa manera llamando públicamente por un atentado contra AMLO. Pero, por alguna razón, decidió suicidarse profesionalmente y a su mala fama unir el desempleo y el papel de apestado. Lo hizo inconscientemente, como un novato, como un acto fallido freudiano. Quizá asqueado de sí mismo y de lo que es; igual que Judas. Si no es así, entonces hizo todo para ir preparando un escenario que quizá le ordenaron sus patrones y para el que se prestó. Eso también podría ser.
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