Especialistas de la Universidad de California en Los Ángelesa bordan en Colegio Civil Centro Cultural Universitario aspectos de la vida de los “dreamers” en Estados Unidos y la influencia de esta población joven en México
La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) tienden puentes académicos y culturales entre México y Estados Unidos en torno a la migración.
Ambas instituciones realizaron el coloquio Jóvenes y migración: la experiencia de los dreamers, el 27 de abril, en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, con la participación de tres especialistas de la UCLA: Rubén Hernández León, Director del Centro de Estudios Mexicanos; Marjorie Faulstich Orellana, Directora asociada del Centro para el Estudio de la Inmigración Internacional, y Lesly J. Abrego, catedrática en el Departamento de Estudios sobre Chicanas y Chicanos.
Durante las intervenciones se explicó quiénes son llamados dreamers, término que se le otorgó a aquellos inmigrantes llevados a Estados Unidos por sus padres desde su infancia o jóvenes a causa de la Ley Dream (Development, Relief and Education for Alien Minors Act), también llamada Dream Act, proyecto legislativo aún no aprobado por el Congreso de los Estados Unidos.
También se habló sobre la batalla que se da entre Estado-familia, que vuelve a la migración un proceso más costoso y criminalizado.
“La experiencia de un dreamer es paradójica y contradictoria. Muchas veces esos niños crecen sin saber que son indocumentados; se enteran hasta una edad en preparatoria o universidad”, mencionó Hernández León.
Al darse cuenta tienen una fractura de la ciudadanía, después de pasar por un proceso de “americanización”, arraigándose a los valores, patrones culturales y crear lazos con esa sociedad.
Explicó que la vida de ellos sufre un golpe fuerte al momento de la transición de la legalidad, convirtiéndose en adultos indocumentados y desprotegidos.
Estados Unidos recibe entre 1.3 y 1.8 millones de migrantes provenientes de México, América Central, Sudamérica y Asia. Se da una concentración mayor en los estados de California, Texas, Nueva York, Florida, Washington, Georgia y Carolina del Norte.
Alrededor de 700 mil de ellos han sido beneficiados por el programa DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals), programa dedicado a proteger a los jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron llevados a Estados Unidos cuando eran niños.
“Durante la época de Obama este grupo se consideraba de muy baja prioridad para la administración, entonces, si te paraba un policía y les podías demostrar que tenías DACA con eso ya te dejaban. Esto ya no sucede con (Donald) Trump”, explicó J. Abrego.
Hernández León comentó que hoy es necesario conocer la singularidad de la experiencia de los dreamers, pues se trata de personas que han pasado por una serie de vicisitudes que los ha llevado a traspasar fronteras para buscar nuevas oportunidades de desarrollo, pero también a conocer sus destrezas lingüísticas y culturales.
“A pesar de los pesares, estos jóvenes han logrado encabezar uno de los movimientos sociales más importantes en la historia reciente de Estados Unidos; han construido un verdadero sentimiento que les permite cabildear con funcionarios públicos y educar a otros actores sociales sobre su causa”, señaló Hernández León.
A ello se aunó Faulstich Orellana, cuyos estudios tienen que ver con el uso del lenguaje y cómo algunas personas, entre ellas niños y niñas, sirven de traductores entre los hablantes sajones e hispanos.
“Hay que motivar al diálogo binacional y transcultural”, indicó.
Construir puentes, no muros
Monterrey – Los Ángeles: Ciudades de Emigrantes, es un programa que arranca con este ejercicio académico interinstitucional.
“Se pensó en crear este proyecto para tender un puente -y no muros- de reflexión, análisis y proyección de actividades artísticas y culturales en torno a la migración”, declaró Celso José Garza Acuña, Secretario de Extensión y Cultura UANL.
Durante esta jornada binacional se escuchó la voz de un joven que, tras 28 años de vivir en Estados Unidos, fue deportado a México, donde busca integrarse a la sociedad en su país de origen, y luego de alcanzar, incluso, la finalización de sus estudios en esta nación.
“Hace tres semanas me deportaron, he estado ahí (Estados Unidos) toda mi vida, pero me regresaron y quisiera saber qué actividades hay aquí, porque yo estudié Justicia Criminal. Qué oportunidades puedo encontrar aquí en México”, expuso.