Naciones Unidas - Los jóvenes indígenas de México, que generalmente viven en zonas de alta marginación, constituyen uno de los segmentos de la sociedad más vulnerables a los cárteles del crimen organizado, advirtió en la ONU una activista zapoteca.
La presidenta del la Asamblea Global de la Juventud Indígena, adscrita a la ONU, Dalí íngel, expresó que los jóvenes indígenas mexicanos son presa fácil del crimen organizado, debido al contexto de pobreza, discriminación sistemática y erosión de su cultura.
En el marco del Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, que se realiza aquí del 9 al 20 de mayo, íngel dijo que la vulnerabilidad de la juventud de los pueblos originarios sucede además en un contexto de crisis económica, cultural, social y política.
"Los más violentados por el crimen organizado en México son los jóvenes indígenas, los que viven en los ámbitos rurales, ya sea en sus lugares de origen o cuando emigran a las grandes ciudades, donde son presa fácil de los delincuentes", afirmó íngel.
íngel, también coordinadora de la Comisión de juventud y niñez indígena de la organización de mujeres indígenas de Ciarena (Conservación Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales), señaló que los indígenas sufren también en sus derechos humanos.
"Lo que nos afecta más gravemente a los jóvenes indígenas en México en términos de violencia es el crimen organizado y la impunidad", resaltó la representante originaria del sureño estado de Oaxaca.
Asimismo, sostuvo que la pobreza en que viven muchas de las comunidades indígenas en México y en América Central ha orillado a muchos jóvenes indígenas a asociarse con criminales.
"Los jóvenes se ven obligados en su búsqueda de opciones para obtener un empleo o para allegarse de recursos a involucrarse en el narcotráfico, porque lo ven como su única alternativa o como dinero que les llega fácil, y después aparecen muertos", puntualizó íngel.
La representante zapoteca participó además en una conferencia de prensa ofrecida el jueves en la sede de la ONU sobre violencia, suicidio y auto lesiones entre los jóvenes indígenas de todo el mundo.
En la conferencia, íngel aseguró que los jóvenes indígenas en México deben lidiar tanto con el crimen organizado como con desplazamientos forzados de sus territorios y con elevadas tasas de violencia sexual contra niñas y mujeres.
Tal violencia exterior, precisó la representante, tiene "un efecto devastador en la autoestima" de los jóvenes indígenas, que se ve multiplicada asimismo por la manera en que los medios de comunicación a menudo representante a los miembros de las comunidades originarias.
"Importantes medios de comunicación aún nos representan como si los indígenas fuéramos torpes, con aversión al desarrollo y como si nos negáramos a usar la tecnología", lamentó íngel.
