
En el comunicado de prensa del 11 de abril en donde anuncia el aumento de la calificación para Nuevo León de "estable" a positiva, la calificadora Standard and Poors señala que ese aumento se debe sobre todo, "a la refinanciación de la deuda estatal llevada a cabo el último año" y en la cual, como ya reportamos, el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón habría hecho, según la misma firma, "re pagos" por 10,774 mdp y habría contratado "financiamiento" por 11, 301 mdp en cosa de 6 meses sin haberlo hecho público y sin explicarlo.
Ese refinanciamiento o reestructuración fue aprobado por el Congreso del Estado el 20 de junio del año pasado, sin embargo, el 31 de agosto, durante un evento celebrado en la UANL el Bronco todavía hablaba de que estaban buscando "subastar" la deuda de Nuevo León entre bancos y, ya en este año, el 2 de febrero, el tesorero Carlos Garza hablaba de que se había realizado una "licitación" de esa misma deuda por 12,500 mdp que habría ganado en su mayoría el Banco Interacciones, propiedad de la familia González Hank y Hank Rhon también propietaria del Grupo Financiero Banorte quien habría sido el principal ganador de la anterior refinanciación o reestructuración del 2013, donde pasó , en unas cuantas semanas, de ser el poseedor de 900 mdp de la deuda del Estado a el acreedor de 8, 900 mdp. Todo esto indica que la famosa "reestructuración" que aprobó el Congreso el 20 de junio por 42,700 mdp, se ha venido haciendo en partes, todavía no concluye, pero ya costó esos casi 22 mil mdp al Gobierno del Estado en re pagos y financiamiento y un recorte de la inversión de 30% y otros sacrificios.
En la reunión celebrada en la UANL el 31 de agosto donde el Bronco hablaba todavía de realizar subastas de deuda, estuvo presente Marcela Andrade, la directora de la Unidad de Coordinación Financiera con las entidades federativas y declaró que Nuevo León tenía "mucha viabilidad financiera" y que podría ir a "tocar puertas" al gobierno federal para que le apoye en la reestructuración de la deuda y en otros planes. Marcela Andrade proviene de Protego-Evercore, la firma dirigida por Pedro Aspe el ex secretario de Hacienda, quien ha manejado la reestructuración de la deuda de todos los estados del país en los últimos 8 años al menos.
La "viabilidad financiera" de que habla Marcela Andrade es equivalente al "desempeño presupuestal" y "posición de liquidez" de que habla Standard and Poors al darle una mejor calificación a Nuevo León. Entre otras cosas a que el Estado debe llevar a cabo sus planes "ajuste constante en el gasto", es decir recortes; a que el "gasto de inversión" se mantengan en un promedio anual de 9,500 mdp, "como en los últimos 5 años"; a que contrate cada años otros 2000 mdp en deuda; que los activos a corto plazo sean mayores a los pasivos a corto plazo y, sobre todo, que flujo de efectivo y el efectivo libre promedio sean equivalentes a un 66% del servicio de la deuda, todo lo cual ha venido cumpliendo el gobierno del Bronco bajo la tutela del tesorero Carlos Garza y del ahora ex coordinador ejecutivo Fernando Elizondo. Es decir, entregando no sólo recursos multimillonarios a los bancos sino también las decisiones sobre el funcionamiento del gobierno.