La lluvia; música regional en las fiestas; cerveza bien fría; el aroma de azahares; la risa de un niño; una foto vieja de nuestros padres; frijoles refritos con manteca de puerco; café bien caliente en la mañana; una mujer guapa bailando con buen ritmo; un discurso breve y con buen contenido; elote asado con limón, sal y chile; un buen chisme; el tequila frío; una buena idea a tiempo; los pleitos de frente; una casa estilo colonial norestense; ropa limpia y cómoda; jugo de naranja recién exprimido; el cielo medio nublado; tortillas de harina grandes; un cinto grueso de cuero; el abrazo de un amigo querido; un postre de queso con miel de colmena; un buen gol; sentirse saludable y alegre; zapatos cómodos; una buena rebanada de aguacate; un viaje breve y sin contratiempos; un libro pleno de sabiduría; una buena jugada de ajedrez; un día sin celular; una buena noticia en el área de la salud; una siesta después de comer; un buen negocio; y un buen chiste, son cosas que, acomodadas en el orden que se quiera, deberían agradarnos a todos.