Internacional

La deblace de Angela Merkel y su "gobierno zombie"

Alemania - El domingo 19 a las 6pm, los demócratas liberales (FDP) abandonaron las pláticas sobre la coalición, y su dirigente Christian Lindner declaró que “no tener gobierno es mejor que tener un mal gobierno”. Dado que había señales de que los socialcristianos del CDU y del CSU estaban negociando acuerdos secretos con los Verdes sin informar debidamente al FDP, estos últimos le pusieron fin a las pláticas. Esta tarde, la Canciller provisional Angela Merkel informó sobre la situación al Presidente Frank-Walter Steinmeier. A estas alturas, Merkel no es ni siquiera alguien sin poder; es una zombie, la dirigente muerta en vida de un no gobierno, a merced de otros, entre ellos sus adversarios en su propio partido.

Dado que no se han puesto de acuerdo estos cuatro partidos, CDU, CSU, FDP y Verdes, y dado que el SPD reiteró el lunes 20 que ellos no tienen ninguna intención de entrar en una nueva Gran Coalición, la única solución realmente es convocar a nuevas elecciones. Sin embargo, dado que el CDU-CSU, Verdes y SPD tuvieron pérdidas considerables en las elecciones nacionales del 24 de septiembre, no van a estar muy interesados en que haya nuevas elecciones; el FDP y el AfD no le temen a nuevas elecciones, en donde podrían esperar mejorar sus resultados, al igual que el partido Linke, que ha dicho que no le temen a nuevas elecciones.

Después de reunirse con Merkel, Steinmeier dijo que “enfrentamos una situación que no se había presentado en toda la historia de la República Federal, esto es hace casi 70 años”; por lo tanto, prefiere en vez de aprobar nuevas elecciones, hacerle un llamado a todos los partidos a que de nuevo vuelvan a pensar sus perspectivas y lleguen a un acuerdo sobre una coalición. Steinmeier quiere conferenciar con los dirigentes del CDU, CSU, FDP y los Verdes aunque también con “otros partidos” (SPD, AfD, Linke) en los próximos días. Esto hace que Alemania enfrente una zona gris entre un gobierno zombie y uno nonato, posiblemente durante semanas. La ironía es que, orinalmente, Merkel iba a recibir hoy al Primer Ministro holandés Marl Rutte, quien requirió recientemente de 18 meses de pláticas antes de poder formar un nuevo gobierno. Esperemos que Alemania y su electorado no tengan que pasar por esa misma tortura.