El presidente de Estados Unidos hace lo mismo que criticó de Barack Obama en 2013.
Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, jugó al golf durante varias horas y por segundo día consecutivo en su propio club de West Palm Beach (Florida), pese a la difícil situación política global después de que su país bombardeara una base siria por EE.UU., informa 'The Daily Mail'.
Se trata de su decimosexta visita a un campo de golf desde que el 20 de enero tuvo lugar su investidura, mientras que cuando su predecesor en el cargo, Barack Obama, fue elegido en 2009 esperó alrededor de tres meses para ensayar su 'drive'.
Varios periodistas han desenpolvado tuits de 2013, en los que el actual inquilino de la Casa Blanca desaconsejaba a Obama atacar Siria y criticaba que jugara al golf en lugar de consultar al Congreso de EE.UU. sobre ese asunto.
Finalmente, Obama no consiguió la autorización del legislativo de EE.UU. para atacar Siria, país al que acusó de realizar un ataque con armas químicas en una zona civil en mitad del conflicto militar que padecía. Por su parte, el propio Trump solo avisó al Congreso norteamericano al día siguiente de su ofensiva en territorio sirio.
En la madrugada del 7 de abril, EE.UU. lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea de Shayrat (Homs, Siria) desde los destructores USS Porter y USS Ross. Washington estimaba que las fuerzas del Gobierno sirio utilizaron esa instalación militar para llevar a cabo el presunto ataque con armas químicas contra la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, que se cobró decenas de vidas y dejó múltiples heridos.
El Gobierno sirio niega rotundamente el uso de materiales químicos o tóxicos en ese lugar y responsabiliza del ataque a los grupos terroristas que operan en la zona. De momento, ni la ONU, ni la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) han informado sobre los resultados de su investigación.
Por su parte, Rusia e Irán han calificado de "inadmisible" el ataque estadounidense, por considerar que viola las normas del derecho internacional. En un comunicado conjunto, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo iraní, Hasán Rohaní, aseguraron que la "agresión en Siria está cruzando las líneas rojas" y detallaron que "a partir de ahora, responderemos con fuerza a cualquier agresión".