Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco saludó hoy a un grupo de mexicanos presentes en la Plaza de San Pedro del Vaticano durante su rezo del Angelus y pidió que lo acompañen espiritualmente a ese país.
"Saludo a la comunidad sacerdotal del Colegio Mexicano de Roma, con otros mexicanos: gracias por vuestro empeño de acompañar con la oración el viaje apostólico a México que cumpliré dentro de pocos días", dijo.
Dirigiéndose a la multitud en italiano, a la hora de los saludos finales, el líder católico también solicitó rezar por el encuentro que sostendrá el próximo viernes 12 de febrero en La Habana (Cuba) con su "querido hermano" Cirilo, patriarca de Moscú.
Será la primera vez en la historia que un pontífice y un líder ortodoxo ruso se encuentren, luego de cientos de años de división y desconfianza entre ambas confesiones cristianas.
Un nutrido grupo de mexicanos, sacerdotes y religiosas, llevaron hasta San Pedro grandes banderas tricolores y carteles para saludar al Papa, que dentro de apenas cinco días llegará a su país. Cuando Jorge Mario Bergoglio los saludó, ellos explotaron de entusiasmo.
En medio del grupo estaba el sacerdote Armando Flores Navarro, director del Pontificio Colegio Mexicano de Roma, la residencia de sacerdotes que estudian carreras eclesiásticas en las universidades adscritas al Vaticano.
En entrevista con Notimex sostuvo que el Papa no irá con la "varita mágica" a México, a diferencia de ciertas interpretaciones en la opinión pública según las cuales muchas cosas cambiarán después de la visita.
"Se crean muchas expectativas y hay que ser realistas, no hay que olvidar el carácter de la visita, que es pastoral y apostólica, será recibido como jefe de Estado pero como una deferencia que el gobierno tiene y él acepta", explicó.
"Pero él va a encontrarse con los fieles de la Iglesia en un México que vive en una sociedad global, en este contexto el país se vuelve un espacio emblemático y especial para hablarle a toda América y América Latina", agregó.
Abundó que el líder católico ha sido claro al expresar su intención de poner en manos de la Virgen de Guadalupe el Año Santo extraordinario dedicado a la misericordia, por eso la logística estableció que uno de sus primeros actos tenga lugar en la Basílica.
Constató que existen muchos elementos de coincidencia entre el mensaje guadalupano y la "gramática misionera" del Papa, ya que en las apariciones de la Virgen hay encuentro, ternura y misericordia, elementos fundamentales del papado de Francisco.
Sostuvo que, con su presencia, Bergoglio va a indicar un "estilo misionero" de Iglesia, que encarne esas características en los actuales "tiempos difíciles", como lo hizo María en tiempos de la evangelización.
Según Flores Navarro, el Papa mostrará la necesidad de una Iglesia con ternura y misericordia primero en Guadalupe y después en todas sus visitas: al hospital pediátrico, a las víctimas de la violencia y a los más vulnerables ante la "cultura del descarte".
Insistió que esta actitud se la pedirá a los obispos, a los sacerdotes y seminaristas, a quienes les llamará a asumir el "espíritu misionero de una Iglesia en salida".
Más adelante destacó la decisión de Francisco de visitar la frontera norte, donde miles de personas seguirán su mensaje dirigido a los migrantes, y la frontera sur, por donde entran los centroamericanos para pasar "su calvario" en camino a Estados Unidos.
"Ese mensaje trasciende las fronteras nacionales. México es un lugar simbólico en un contexto global, que concentra los efectos de una economía que mata y sus consecuencias: la migración, la pobreza, la desigualdad, el tráfico de armas, que son nefastos", consideró.
"Pero que también concentra muchas esperanzas, como la viva religiosidad de un pueblo, profundamente mariano y que necesita despertar en la dimensión social de su fe precisamente para escribir nuevas páginas de su historia", apuntó.