
Considerada una de las escritoras más reconocidas del siglo XX, Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925, periodista, escritora y diplomática, una de las primeras escritoras que dedicó parte de su obra a la defensa de las mujeres. Escribió poesía, teatro, ensayo, relato y novela.
Vivió su infancia y adolescencia en Comitán de Domínguez Chiapas, hecho que la marcó para siempre ya que fue criada por su nana Rufina, quien le enseñó las costumbres indígenas que luego plasmaría en muchos de sus ensayos y libros. Fue una gran mujer, escribió durante muchos años en el periódico “Excélsior”.
En apretado resumen comentaré algunos de sus libros más leídos, que me impactaron de manera extraordinaria: “Balún Canán” (1957), que en maya antiguo quiere decir Balunem K’anal que significa nueve estrellas, novela que se desarrolla después del reparto agrario que implementó el General Lázaro Cárdenas y que obligó a Rosario (hija de terratenientes) a emigrar a la Ciudad de México. La obra narra los enfrentamientos entre indígenas y terratenientes. Ya en México, Emilio Carballido le sugirió a Rosario a escribir sobre su infancia en Comitán. Basada en este libro, en 197, se filmó una película con el mismo nombre protagonizada por Saby Kamalich, Pilar Pellicer y Tito Junco, realizada por Benito Alazraki. La novela se la dedica precisamente a Emilio Carballido.
Se graduó como maestra en filosofía por la UNAM y además de impartir clase en la facultad de Filosofia, fue maestra en las Universidades de Wisconsin, en la Universidad Estatal de Colorado y en la Universidad de Indiana.
Vivió atormentada, pero con una vocación literaria extraordinaria, en 1962 publica “ Oficio de tinieblas” basada en el levantamiento de los chamulas entre los años 1867 a 1870 que culmina con la crucifixión de uno de ellos y proclamarlo como Cristo Indígena.
El primer libro de cuentos que escribió fue “Ciudad Real”, que fue el nombre que antiguamente se le dio a San Cristóbal de las Casas Chiapas y trata las luchas entre los “ladinos” (mestizos e hispanizados) y los pueblos indígenas. Este libro le valió el Premio Xavier Villaurrutia en 1960.
Basado en un poema satírico de Sor Juana Inés de la Cruz, (“mujer que sabe latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”) publica en 1973 “Mujer que sabe latín”, una serie de extraordinarios ensayos que muestran la desventaja que tiene la mujer sobre el hombre. A partir de la publicación de esta obra se le dio voz a las mujeres y comenzaron a participar en muchas actividades que les estaban prohibidas.
Escribió “Los convidados de agosto” (1964), “Álbum de familia”(1971), “Poesía no eres tú” (1972) y en 1994 se publica una obra epistolar “Cartas a Ricardo”. Estuvo casada con el científico Ricardo Guerra del que se divorció después de 13 años de matrimonio (1958-1971), procreando a su único hijo Ricardo. También basada en esa relación, se filmó la película “Los adioses”.
Murió en Tel Aviv, Israel cuando era Embajadora de México el 7 de agosto de 1974 electrocutada al prender una lámpara con los pies descalzos, saliendo de bañarse. “Heme aquí, ya al final/ y todavía no sé qué cara/ le daré a la muerte”.
Jaime Sabines, su gran amigo le escribe un poema, “Recado a Rosario Castellanos”:
¡Cómo te quiero, Chayo, cómo duele
pensar que traen tu cuerpo! -así se dice-
(¿Dónde dejaron tu alma? ¿No es posible
rasparla de la lámpara, recogerla del piso
Con una escoba?¿Qué, no tiene escobas la Embajada?).