Washington.- "Nunca vas a ser ignorado de nuevo", proclamó Trump dirigiéndose directamente al pueblo estadounidense. "Vamos a hacer Estados Unidos fuerte de nuevo, lo vamos a hacer rico, orgulloso, seguro y, juntos, lo vamos a hacer grande de nuevo".
Con esas palabras Trump clausuró un discurso de investidura presidencial que duró unos 16 minutos, uno de los más breves de la historia de las tomas de posesión de los presidentes estadounidenses.
Desde las escalinatas del Capitolio, y tras jurar su cargo ante el juez del Tribunal Supremo, John Roberts, Trump puso el acento en devolver el poder a las "mujeres y hombres olvidados" del país y recurrió a su lema de campaña "Make America Great Again" ("Hacer Estados Unidos grande de nuevo") para poner cierre a su discurso.
Trump insistió en atacar a la clase política, como hizo durante la campaña electoral: "No estamos meramente transfiriendo el poder de una a otra Administración o de un partido a otro, sino que los transferimos desde Washington DC y se lo devolvemos al pueblo".
En un tono que no difería mucho de la campaña electoral, aseveró que "el pueblo se convertirá en el dirigente del país" y que los olvidados dejarán de serlo.
"Los hombres y mujeres olvidados de este país no serán olvidados nunca más", añadió el flamante mandatario, frente a los centenares de miles de asistentes en las explanadas del National Mall.
Trump dijo que mientras Washington celebraba "las familias luchadoras tenían poco que celebrar", pero eso "cambia aquí y ahora".
"Washington ha florecido, pero la gente no ha compartido esa riqueza. Los políticos han prosperado, pero los trabajos se han ido y las fábricas han cerrado. El establishment (élite política) se protegía a sí mismo, pero no a los ciudadanos del país", reiteró.