Internacional

Sobrevivientes de masacre en escuela hablan con legisladores

Florida  — Con carteles escritos a mano y luciendo camisetas negras que decían “Parkland Strong”, 40 adolescentes entraron a la sala de una comisión de la legislatura de Florida. No habían sido invitados y los legisladores a quienes interrumpieron estaban en medio de una reunión. Resueltos, se mantuvieron firmes.

Y consiguieron lo que querían: La oportunidad de hablar.

Fue quizás el primer acto de desobediencia civil por los estudiantes de secundaria cuyas vidas fueron sacudidas apenas una semana antes por una masacre que dejo 17 muertos, alumnos y maestros. Los adolescentes narraron con calma sus historias ante los políticos, algunos de los cuales un día antes habían votado contra una prohibición de fusiles automáticos.

“Tuve que escapar corriendo para salvarme”, dijo Erika Rosenzweig, una adolescente de 15 años estudiante en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland. “Tuve que escuchar los reportes de los muertos... No sabía dónde estaban mis amigos. Esto no puede volver a pasar”.

Cuando los organizadores anunciaron que llevarían en autobús a los estudiantes a la capital del estado para pedir leyes de control de armas de fuego, solamente había capacidad para 100 de ellos y el autobús se llenó rápidamente. Así que otros 44 estudiantes hicieron el viaje de siete horas a Tallahassee con el respaldo de la sinagoga de Parkland. Kol Tikvah perdió a tres feligreses en la masacre.

Para el final del miércoles, los estudiantes se sumaron al resto de sus compañeros que organizaron las protestas “Nunca Más”. Pero cuando llegaron estaban por su cuenta. Caminaron por los largos pasillos del Capitolio estatal, animados por muchos miembros del personal.

Se detuvieron en la oficina del representante estatal Robert “Bobby O” Olszewski, un republicano que votó la víspera contra un debate sobre fusiles automáticos. Rodearon su despacho.

Grant Cooper, un estudiante de 10mo grado de la Escuela Secundaria de South Broward que acompañó a los estudiantes de Stoneman Douglas, estaba inquieto y listo para discutir. “¿Cuál razón lógica hay para que alguien tenga un fusil de combate? ¿Por qué votó usted contra la prohibición?”, preguntó Cooper. Las autoridades dicen que el autor de la masacre usó un fusil AR-15.

Olszewski se movió nerviosamente en su silla, mientras su asistente observaba desde el pasillo. Le dijo a Cooper que el asunto era complicado, que la gente tenía un derecho constitucional a tener armas de fuego. Dijo que era nuevo en la legislatura y no había recibido dinero de la NRA y trabajaría para algún tipo de cambio, aunque no dio detalles.

Los estudiantes no se mostraron convencidos.

El grupo salió, sin poder ocultar su escepticismo.

“Es desalentador”, dijo Cooper. “Pero, honestamente, no esperaba nada mejor”.

Los estudiantes entonces visitaron la oficina del representante demócrata Barrington Russell, que respalda el control de armas de fuego.

Aria Siccone, una alumna de 14 años de Stoneman Douglas, estaba en un aula atacada por el pistolero, identificado como el ex estudiante Nikolas Cruz, de 19 años.

“Yo vi a tres de mis compañeros de clase en el suelo y no sobrevivieron”, dijo, sin apenas poder concluir su historia.

Russell, oriundo de Jamaica y que dijo que había sido amenazado con pistola más de una vez en su vida, se levantó de su silla y puso su brazo sobre los hombros de Siccone.

“Por alguna razón, el NRA tiene un control muy grande sobre algunos de mis colegas, que les impide hacer lo correcto”, dijo.

Tras hablar con Russell, el grupo se dirigió a la reunión de la comisión legislativa. Más tarde, se acostaron en el suelo en protesta silente delante de la oficina del gobernador Rick Scott en el Capitolio estatal.