Internacional

La derrota del Isisi en Siria pone fin a la doctrina Bush-Obama de alianza con el terrorismo

Nueva York - El hecho de que Siria haya sobrevivido al ataque que le han hecho, “es el comienzo del final, no solo del proyecto de cambio de régimen político, sino también del proyecto sunnita yihadista, que ha sido utilizado como la herramienta coercitiva para traer a la vida a un Nuevo Medio Oriente”, escribió Alastair Crooke, diplomático británico retirado y ex funcionario del MI6, en Consortium News el 8 de septiembre. “El islamismo inspirado por el wahhabismo ha recibido un duro golpe. Está hoy sumamente desacreditado entre los sunnitas y denigrado por casi todo los demás”.

Crooke escribe su artículo como un obituario a la “Doctrina Bush” de los neoconservadores, y hace referencia al papel de Paul Wolfowitz, David Wurmser, Richard Perle, Zbigniew Brzezinski, y demás, en la elaboración de la infame estrategia política “Clean Break” (ruptura definitiva), el documento de David Wurmser de 1996 “Coping with Crumbling States” (Enfrentarse a los Estados decrépitos), y el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano de 1997 (PNAC). Y con esto, la política de utilizar a “radicales sunitas enardecidos...para contrarrestar el nasserismo, baathismo, a la URSS, la influencia iraní, y recientemente para tratar de derrocar al Presidente Bashar al-Assad de Siria... Se acabó la posibilidad de utilizar a los yihadistas sunnitas a largo plazo como la herramienta de preferencia para rehacer al Medio Oriente”.

 Crooke le da el crédito al Ejército Sirio, en su mayoría sunnita, por romperle el espinazo a esta estrategia, porque “fueron los sunnitas sirios quienes lucharon, y murieron, por su tradición islámica del Levante... de un Islam tolerante, más orientado hacia adentro y cuasi-laico”.

Crooke señala en especial dos indicios de la caída del proyecto yihadista:

 ** la declaración de la reciente cumbre del BRICS que menciona a los grupos yihadistas de Pakistán como un problema de seguridad regional; y

** un artículo que fue publicado en el periódico del gobierno de Egipto, el Al-Ahram, a finales de agosto, escrito por Alistair Burt, ministro del Despacho de Relaciones Exteriores para el Oriente Medio, el cual “sugiere que Londres ahora respalda totalmente al régimen de Sisi en Egipto en su guerra contra la Hermandad Musulmana”, como lo describe Crooke.Una traducción del artículo de Burt que fue colocado en el portal MiddleEastEye.net deja claro este cambio en la política británica. Burt escribió que “ahora en Gran Bretaña, cualquiera, en cualquier organización, que incite al odio y tolere o respalde o justifique cualquier terrorismo, está en contra de la ley [y por lo tanto] será juzgado y castigado. Y este mensaje va también para la Hermandad Musulmana... Y es claramente evidente que hay una contradicción entre las creencias y las actividades de la Hermandad y los valores e intereses de Gran Bretaña...

 “Todo esto nos lleva a hacer una pregunta a todos los que respaldan a la Hermandad: ¿Van a ignorar ustedes el hecho de que la Hermandad Musulmana fracasó en uno de los retos más grandes de hoy día? ¿O prefieren unirse a Gran Bretaña y a Egipto en su condena a esta venenosa ideología extremista, esté dónde esté?”

 A la organización Human Rights Watch (HRW) de George Soros no le gustó mucho. El director de HRW en el Reino Unido, David Mepham, publicó una escandalosa declaración hoy, titulada “Britain Should Be Championing Rights, Not Repression in Egypt” (Gran bretaña debería estar defendiendo los derechos, no la represión en Egipto), en donde equipara con el Estado Islámico (EIIS) a las fuerzas del gobierno egipcio que están luchando en el Sinaí, y exige que se retiren los anuncios políticos anunciados por Burt contra la Hermandad Musulmana y a favor de Al-Sisi.