Internacional

Trump intenta, en su discurso, cambiar su enfoque divisivo a uno negociador

WASHINGTON  - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una cara diferente en su primer discurso ante el Congreso. El Trump del martes por la noche fue en parte negociador y en parte vendedor, al pedir unidad y tratar de revestir su mensaje populista en un tono más agradable.

Fue además menos combativo, menos susceptible y más inclusivo.

Hace cinco semanas, en su toma de posesión, calificó a los polí­ticos como unos elitistas fuera de contacto con la realidad y que prosperaron a expensas de la gente. El mensaje más reciente se distanció de aquello: los necesito, a republicanos y demócratas por igual, dijo.

Fiel a su estilo, la ex estrella de televisión convertida lanzó múltiples promesas: un programa amplio de infraestructura y obras públicas, reducciones de impuestos para la clase media, una reforma inmigratoria, una revisión del sistema de salud, un proyecto de ley de educación.

Todo ello requerirá de la acción del Congreso, probablemente de diferentes coaliciones formadas por conservadores, moderados y demócratas.

"Esta es nuestra visión. Esta es nuestra misión", dijo Trump. "Pero sólo podemos conseguirla juntos".

Trump, un republicano que se ha burlado de los demócratas tras su victoria electoral del año pasado, no criticó esta vez a la oposición. Repetidamente pidió su ayuda, argumentando que los problemas del paí­s exigí­an soluciones bipartidistas.

Después de semanas de ataques contra los medios de comunicación, sus rivales polí­ticos y los jueces que se pronunciaron en contra de su decreto para prohibir el ingreso a Estados Unidos a ciudadanos de siete paí­ses de mayorí­a musulmana, Trump finalmente se mostró más flexible, aunque sus propuestas estuvieron lejos de los detalles.

"Fue un tono más moderado y dio un discurso y no un tuit. Eso es más adecuado cuando eres presidente de Estados Unidos", dijo el congresista demócrata Peter Welch. "Los desafí­os serán los detalles de sus polí­ticas".

El discurso pareció mostrar algún reconocimiento de parte de la Casa Blanca de que el estilo de Trump tiene sus lí­mites. Después de un desfile de órdenes ejecutivas, Trump ahora debe concentrar su atención en los temas importantes de su agenda y que requieren una acción legislativa.

"í‰l ha hecho todo lo que puede unilateralmente", sostuvo Bradley Blakeman, asesor del ex presidente George W. Bush. "Ahora necesita aprobar leyes".

ESCEPTICISMO

A pesar del tono más suave, las polí­ticas divisivas de Trump y los meses de retórica hostil no serán olvidados por sus adversarios.

"Si uno ha estado viviendo en una cueva durante el último mes, podrí­a pensar que este fue un discurso razonable. Si lo ves a él todos los dí­as, solo puedes ver esto como palabras", dijo Rodell Mollineau, quien fue un alto asesor del ex senador demócrata Harry Reid. "Si se hubiera comportado así­ todos los dí­as, los demócratas podrí­an estar en una posición diferente".

Los demócratas siguen preocupados, entre otras cosas, por la promesa de Trump de recortar programas nacionales para aumentar el gasto militar, sus planes para reducir los impuestos a los ricos y las corporaciones y por su agresiva polí­tica de deportación.

En los próximos dí­as, es probable que la Casa Blanca publique una versión revisada de su prohibición a viajar en contra de algunos ciudadanos musulmanes, reavivando una controversia que eclipsó las primeras semanas de la presidencia de Trump.

El consultor republicano Matt Mackowiak dijo que el discurso de Trump podrí­a cambiar su suerte en un "momento crucial" para su presidencia. "Su apoyo público mejorará con este discurso", sostuvo.

Pero John Geer, experto en opinión pública de la Universidad de Vanderbilt, no está convencido. "í‰l va a tener que hacer más que dar un discurso".