Internacional

Algunos en Pittsburgh no quieren visita de Trump

 

PITTSBURGH  — El presidente Donald Trump visitará el martes el vecindario de Pittsburgh donde fue atacada una sinagoga, pero los residentes tienen opiniones encontradas sobre su presencia debido a la retórica divisiva del mandatario.

Trump estará en el vecindario de Squirrel Hill, donde está situada la sinagoga Árbol de la Vida, lugar donde el sábado 11 personas fueron acribilladas.

Pero Trump realiza su visita en momentos en que trata de equilibrar sus llamados a la unidad nacional con una retórica incendiaria contra sus adversarios y contra la prensa, apenas una semana antes de las elecciones legislativas.

La noche del lunes, Trump dijo que estaba deseoso de concretar la visita.

“Simplemente voy a rendir homenaje a las víctimas”, dijo Trump a la presentadora Laura Ingraham del Fox News Channel. “También voy a ir al hospital para ver a los policías heridos y algunas de las personas que resultaron gravemente lastimadas”.

Trump viajará al barrio judío de la ciudad en momentos en que se realizarán los primeros funerales para las víctimas. Tiene programado además reunirse con los socorristas y con líderes de la comunidad.

No queda claro de inmediato si Trump _quien estará acompañado de la primera dama Melania Trump, su hija Ivanka Trump y su yerno Jared Kushner_ se reunirá con familiares de las víctimas.

La Casa Blanca dijo que el motivo de la visita era “expresar el apoyo del pueblo estadounidense y acompañar a la comunidad de Pittsburgh en su hora de duelo”.

La visita de Trump ocurre en medio de cuestionamientos sobre si está a la altura de ser una figura conciliadora en medio de la una grave polarización política que aqueja al país. Desde su campaña presidencial del 2016, Trump ha sido lento para denunciar a los supremacistas blancos, neonazis y otros grupos racistas que se identifican con la retórica nacionalista del mandatario.

Algunos vecinos no quieren la visita de Trump.

El presidente no debería venir “a menos que modifique su conducta”, opinó Marianne Novy, una residente del lugar de 73 años, profesora universitaria ahora jubilada.