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Trump golpea la economía cubana al apuntar al control militar

Al prohibir transacciones estadounidenses con entidades cubanas bajo control de las Fuerzas Armadas (FAR), Donald Trump apuntó contra el corazón del Gobierno de Raúl Castro, que colocó a militares al frente de los sectores mas dinámicos de su economí­a.

La extendida presencia militar en la administración de empresas estatales del turismo, comercio, finanzas, comunicaciones, construcción, transporte, no siempre en evidencia pública, está marcada por la discreción oficial en la isla.

El turismo, que en 2016 logró la cifra récord de cuatro millones de visitantes, es el sector más dinámico de la economí­a, pues el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos en 2015 puso a Cuba de moda.

"Las compañí­as bajo control militar hoy son decisivas para la operatoria de los servicios turí­sticos", dijo Pavel Vidal, economista cubano de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia.

En los anuncios de Trump el jueves en Miami sobre su polí­tica hacia Cuba, incluyó además una limitación a los viajes de estadounidenses a la isla.

- Generales sin uniforme -

AFP/Archivos / Yamil LageUnos contenedores apilados en la zona de desarrollo económico de Mariel, en Cuba, en una imagen del 6 de octubre de 2015

Desde que sustituyó a su hermano Fidel en el Gobierno, en 2006, Raúl Castro, hasta entonces ministro de las FAR, fortaleció las empresas estatales bajo administración militar y nombró a oficiales en diferentes puestos.

Contando al propio Raúl, general de Ejército, en el selecto Buró Polí­tico del Partido Comunista (PCC, único) hay seis militares, igual número en el Consejo de Estado y ocho ocupan puestos en el Consejo de Ministros.

La presencia militar en la economí­a comenzó en la década de los 90, tras la desaparición de la Unión Soviética, en plena urgencia de obtener divisas.

Las FAR crearon la Unión de Empresas Militares (UEM) para reparar su armamento soviético y fabricar armas ligeras, pues Moscú cortó su tradicional suministro.

También formaron el grupo turí­stico Gaviota, que recaudarí­a recursos para el ejército.

Poco tiempo antes, el Ministerio del Interior habí­a creado la corporación CIMEX (unas 80 empresas), para burlar el embargo estadounidense mediante operaciones bajo diversas fachadas.

La UEM se convirtió en un laboratorio en busca de eficiencia y productividad de la empresa estatal, que abandonaba el modelo soviético, y sus experiencias denominadas "perfeccionamiento empresarial", se aplicaron en la industria civil.

Esa Unión se transformó en el Grupo de Administración de Empresas S.A. (GAESA), que actualmente controla una veintena de empresas, entre ellas el grupo turí­stico Gaviota, la cadena de tiendas en divisas TRD, Almacenes Universales (administra el megapuerto del Mariel) y la financiera Rafin (copropietaria del monopolio telefónico Etecsa), entre otras.

Gaviota posee más de 50 hoteles, (40% de las habitaciones en hoteles estatales de Cuba), cinco marinas para yates, mas de 25 restaurantes, cerca de 20 centros de recreación, compañí­as aérea, de taxis, de renta de automóviles, inmobiliarias, entre otras vinculadas al turismo.

AFP / AFPLas relaciones entre EEUU y Cuba desde la revolución de 1959

En los últimos años, pasaron bajo el control de Gaesa la corporación Cimex, el Banco Financiero Internacional y Habaguanex, la antigua cadena hotelera y extra hotelera de la Oficina del Historiador de La Habana.

- Gestión discreta -

El jefe de GAESA, el general Luis Rodrí­guez López-Callejas, miembro del Comité Central del PCC y yerno de Raúl Castro, es un desconocido para la mayorí­a de los cubanos.

No existe un registro de acceso público de las empresas administradas por las FAR y GAESA opera a una discreta distancia de la palestra pública.

"Sin carteles que indiquen negocios vinculados a las FAR en Cuba, difí­cil tarea para no violar regulación" de Trump, ironizó en un tuit Sergio Gómez, director de internacionales del diario oficial Granma.

"En vista de la presencia de militares cubanos en numerosas actividades productivas, es difí­cil imaginar que los lazos comerciales entre los dos paí­ses pudieran ser muy extendidos", dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad de la Florida.

"Se ha planteado que el Gobierno estadounidense elaborarí­a una lista de empresas cubanas que dependen mayormente de las Fuerzas Armadas", subraya Duany.

En tanto, Pavel Vidal dijo que hay que ver "cómo llevan a la práctica las nuevas polí­ticas para medir su efectividad".

Las medidas de Trump no tocan sin embargo el principal ví­nculo económico entre los dos paí­ses, y uno de los de mayores perspectivas, la venta de alimentos autorizada desde 2001.

Alimport, la firma compradora, es del Ministerio de Comercio Exterior, sin ví­nculo militar, y los mayores cabildeos empresariales estadounidenses respecto a Cuba se mueven en el sector agroexportador.

Otras actividades básicas de la economí­a, como venta de servicios médicos, producción de medicamentos, ní­quel, azúcar, tabaco y ron, están fuera de la administración militar.

No obstante, sostiene Vidal, Cuba "deberá buscar una alternativa pragmática al asunto y de manera inmediata", pues la expansión militar en la actividad empresarial "era algo que habí­a que corregir en algún momento".

En medios académicos se barajan dos opciones: desintegrar GAESA y pasar sus empresas a control estatal civil, o convertirlo en un grupo empresarial civil, para lo cual deberá asumir transparencia en sus informes financieros e inversiones, según Vidal.