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Un triunfo para Qatar

Tras la cumbre en Egipto liderada por Arabia Saudí­, la coalición anti-Qatar se muestra muy cautelosa. Una coalición cuyos lazos, además, son más bien débiles y cuyos intereses son en algunos aspectos divergentes.

 La "respuesta negativa" de Qatar fue lamentable, declaró el representante de Arabia Saudí­, Bahréin, los Emiratos írabes Unidos y Egipto, que hace un mes se unieron contra el pequeño emirato del Golfo. Qatar mostró "escasa comprensión" de la gravedad de la situación, declaró el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shukri. Este es el argumento con el que el bloqueo contra Qatar, entonces, sigue vigente.

Probablemente los representantes de la alianza esperaban que Qatar retrocediera ante la presión del bloqueo. Pero esta expectativa fue demolida por el ministro de Relaciones Exteriores catarí­, Abdulrahman Al-Thani incluso antes de la reunión de los cuatro paí­ses.

El ministro argumentó que su paí­s no piensa renunciar a su soberaní­a para que los estados vecinos levanten el bloqueo, al que considera "una clara agresión y un insulto a todos los acuerdos internacionales, instituciones y acuerdos legales", según declaró desde Londres. La sanción contra su paí­s sólo tiene un objetivo: "buscan crear en Occidente una hostilidad hacia Qatar", explicó.

Qatar: Toda crisis tiene solución

En paralelo, Qatar fue conciliador. "No hay crisis que no pueda ser resuelta", publicó el periódico de Doha 'Al Watan'. Un tono que no se ve en los medios saudí­es.que no se ve en los saudí­es. "Lo que los lí­deres de Qatar han hecho para dar cabida a grupos extremistas y terroristas y organizaciones dentro y fuera del paí­s nos obliga a creer que los mercenarios y terroristas son más importantes para el estado que el honorable pueblo catarí­" afirma el periódico 'al-Riad'.

Qatar y sus aliados

Al margen de la retórica, la Coalición sabe que sanciones muy duras podrí­an tener consecuencias ya que el pequeño emirato es un importante aliado de los Estados Unidos. De hecho, en la base aérea de Al Udeid hay unos 10.000 soldados estadounidenses.

Los EAU le ofrecieron a los Estados Unidos una base en su paí­s con la expectativa, probablemente, de que esto pudiera enfriar los ví­nculos entre Qatar y Washington. Sin embargo, parece poco probable que en Washington se acepte la oferta.

El hecho de que los Estados Unidos tengan en la Pení­nsula Arábiga aliados que compiten entre sí­ â€“a saber, Qatar por un lado y Arabia Saudí­ y los EAU por otro– refuerza la posición de los propios Estados Unidos.

De hecho los socios de la coalición son conscientes de que incluso su alianza interna es muy frágil. Sin ir más lejos, en octubre pasado Arabia Saudí­ suspendió las exportaciones de petróleo a Egipto por un tiempo, debido a que este paí­s habí­a votado en el Consejo de Seguridad de la ONU en dos ocasiones con Rusia a favor del presidente sirio Al Asad.

Desde hace algún tiempo, Egipto busca reconstruir los lazos con Moscú, que a raí­z del conflicto en Siria y por su alianza con Irán ha vuelto a ser un actor de peso en la región.

Qatar: el cielo de Doha recortado por la silueta de sus modernos edificios.

Los puntos débiles de la coalición

Esto no le impide al presidente Al-Sisi tener también una buena relación de amistad con Trump. Poco antes del inicio de la reunión en El Cairo, los dos hablaron nuevamente por teléfono. "Los puntos de vista de ambos coincidieron en hacer frente a las crisis actuales, en particular con respecto a los acuerdos que contribuyen a la seguridad y la estabilidad en la región", fue el resumen que Al-Sisi hizo de la conversación. Eso podrí­a indicar su conformidad con la polí­tica estadounidense en la región, aunque no con el hecho de que Trump haya rechazado explí­citamente las sanciones contra Qatar.

Desde la perspectiva de Riad, las relaciones de Egipto con Rusia resultan problemáticas. Al gobierno saudí­ le agrada menos todaví­a el hecho de que El Cairo esté trabajando estrechamente con Irán.

Los intereses de Turquí­a

Al mismo tiempo, la relación de Turquí­a hacia Qatar se fundamenta en razones económicas. Ankara está tratando de convencer a los empresarios de Qatar para hacer más inversiones en Turquí­a. No menos importante es el hecho de que el pequeño emirato es un importante comprador de la producción de armas turcas.

Qatar parece haber ganado posiciones. El emirato ha dicho que no serí­a "la segunda Bahréin", en referencia al hecho de que desde la perspectiva catarí­ tanto la polí­tica interior como la exterior del pequeño reino dependen de los mandatos de Arabia Saudí­. Esta reinvicación de Qatar, por ahora, se ha hecho realidad una vez más.