CARACAS - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, conversó telefónicamente con los mandatarios de México y Panamá, Enrique Peña Nieto y Juan Carlos Varela, respectivamente, acerca de las acciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre su país.
La ministra de Relaciones Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, dio a conocer el diálogo ocurrido en la víspera, a través de un mensaje que publicó en la tarde de este sábado en su cuenta de la red social Twitter.
"El presidente Nicolás Maduro alertó a los mandatarios sobre la flagrante violación a las normas de la OEA y del Derecho Internacional consumada con la convocatoria a un Consejo Permanente sobre Venezuela, sin contar con el consentimiento requerido del gobierno venezolano", señaló el comunicado oficial de la funcionaria.
El mensaje indicó que Peña Nieto se mostró agradecido por las muestras de solidaridad venezolana con el pueblo mexicano, al tiempo que aseguró que cualquier medida debe darse "sin interferir en asuntos internos de Venezuela".
Por su parte, Varela mostró su apego a la "legalidad" en la OEA y ratificó su apoyo al diálogo"(entre la oposición y el gobierno venezolano), con el acompañamiento de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República de Dominicana), Omar Torrijos (Panamá), y el Papa Francisco.
Maduro le dijo a los dos mandatarios que rechazaba la posición "ilícita y desequilibrada" del secretario general de la OEA, Luis Almagro, y lo acusó de "extralimitación de funciones".
En ese sentido, el gobierno de Maduro calificó de "parcializadas" las gestiones de Almagro, porque "atentan contra la independencia y soberanía de Venezuela (...), en apoyo a factores antidemocráticos y extremistas en el país".
Almagro, solicitó recientemente la "unidad" de los países latinoamericanos para suspender a Venezuela de la OEA si el gobierno de Maduro no convoca a unas elecciones generales en el corto plazo.
En tanto que 14 países miembros de la (OEA), incluidos Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y Argentina, realizaron una declaratoria con similares consideraciones, la cual Caracas calificó como una "conflagración" entre los sectores de la derecha Latinoamericana y el Departamento de Estado de EEUU.