26/Apr/2024
Editoriales

Roberto Goyeneche

No puedo olvidar aquella fría noche de mayo en Buenos Aires, que de casualidad, me tocó asistir a un concierto de Roberto Goyeneche gran cantor de tangos que marcó toda una época en Argentina y Aztor Piazola, sin duda el mejor bandoneonista de todos los tiempos, quien junto a Aníbal Troilo, desaparecido años antes, se disputaban el primer lugar.  Recuerdo que fue en el famoso Teatro Regina, muy cerca del Obelisco y valiéndome de amigos logré conseguir las entradas para no perderme el gran espectáculo de ver juntos a los máximos exponentes del tango en el mundo. Debo decir que fue todo un gran acontecimiento ver a la gente volcada materialmente en el escenario, muchos llorando cuando Goyeneche interpretó sus éxitos de “Malena” y “La última curda” y Piazzola su “balada para un loco” y “Adiós nonino” , dedicada a su padre al morir.

  Me acordé de esos momentos porque se cumple un aniversario del natalicio de Roberto Goyeneche, un 29 de enero de 1926 en Buenos Aires y que desempeñó distintos trabajos como chofer, taxista y mecánico. A los  dieciocho años, inició su carrera de cantor, escalando hasta llegar de solista en la orquesta de Aníbal Troilo. Su apodo de “polaco” se debía a que tenía el cabello rubio.

 Cada que por cuestiones de trabajo visitaba Buenos Aires, me daba un tiempo para buscar donde se presentaba, ya fuera en “Caño 14” , “El viejo Almacén” ( “a donde van, los que tienen perdida la fe “) o al Regina donde dio una de sus últimas actuaciones y que tuve la oportunidad de escucharlo.

 Toda una leyenda del Tango en el mundo, ya que realizó giras por París, Japón, Nueva York y muchas ciudades de España donde aún se le recuerda y se escuchan sus tangos como “Afiches”, “Cafetín de Buenos Aires”, “Tinta Roja”, “Grisel”, su “Malena” y por supuesto “Sur” , este tango fue motivo de una película del mismo nombre donde por primera vez Goyeneche actúa como actor y cantante.También intervino en las cintas “ El canto cuenta su historia” (1976) y “El derecho a la felicidad” (1968).

 Entre los múltiples homenajes que recibió, hay una estatua suya en el Parque Sarmiento, también una Avenida  de Saavedra lleva su nombre, allí nació , en el barrio de El Tejar y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso su nombre a un paso a desnivel en la Av. Balbin.

  Grabó 42 discos y 4 se grabaron después de su muerte el 27 de agosto de 1994. “Yo siempre canté los sentimientos a flor de piel. Sin sentimiento no puede existir nada, no se puede vivir. Es la única manera que tiene el hombre de mirarse hacia adentro”. Hoy lo recuerdo en su aniversario con uno de sus tangos :¿Dónde estará mi arrabal? / ¿Quién se robó mi niñez? / En qué rincón luna mía / Volcas como entonces/ Tu clara alegría/.