Luego del terrible atentado del 11-S los aparatos norteamericanos de defensa trabajaron horas extras para identificar otros posibles ataques.

Un par de años después circuló este chiste que ponderaba la inteligencia árabe y subestimaba la lógica norteamericana, salpicada de paranoia:

Un viejo árabe vivía en Idaho, Estados Unidos, desde hacía 40 años.

Quería sembrar patatas en su parcela, pero su edad no le permitía arar la tierra, y su único hijo, Ahmed, estaba estudiando en Francia.

Entonces el anciano decide mandarle un mail explicándole el problema:

_Querido Ahmed: Me siento mal porque no voy a  poder plantar mis patatas este año. Estoy muy viejo para arar nuestra pequeña parcela. 

Si estuvieras aquí se que voltearías la tierra por mí. Que Alá esté contigo.

Al día siguiente recibe un mail de su hijo: 

_Papá, te suplico que no revuelvas la tierra de la parcela. 

Ahí es donde tengo escondido aquello. Ahmed

A eso de las cuatro de la madrugada, aparecieron elementos de la Policía local, agentes 

del FBI, de la CIA y representantes del Pentágono que dieron vuelta a toda la tierra de la famosa parcela buscando materiales para construir bombas, Antrax o lo que sea. 

Pero, no encuentran nada y se retiraron. 

Ese mismo día el hombre viejo recibe otro mail de su hijo:

_ Querido papá, seguramente ya podrás plantar las patatas; es lo mejor que pude hacer desde aquí. 

Ahmed.