Internacional

Supermartes define futuro demócrata

 

Washington.- En la competitiva carrera por la nominación presidencial demócrata todavía no está claro quién se llevará el boleto para competir frente a frente contra el presidente Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.

 Pero ese panorama debería aclararse luego de una día clave, el supermartes del próximo 3 de marzo, la mayor jornada de votación en la que 14 estados y decenas de millones de estadounidenses habilitados expresarán su voluntad.

El resultado podría ser un punto de inflexión en el que el senador "socialista democrático" Bernie Sanders obtenga una ventaja insuperable, o marcar una espectacular remontada para el exvicepresidente Joe Biden, que a excepción de su triunfo del sábado en Carolina del Sur sufrió duras derrotas en los otros tres estados que ya decidieron, Iowa, Nuevo Hampshire y Nevada.

 Marcar una diferencia en el supermartes exige un gran despliegue en el territorio, un excelente nivel de recaudación de fondos y un gran impulso.

 En la mañana del día siguiente, con los resultados a la vista, candidatos como Elizabeth Warren o Amy Klobuchar se enfrentarán probablemente a una decisión difícil: ignorar los pronósticos y seguir adelante o tirar la toalla.

 Quien no ignoró los pronósticos fue Pete Buttigieg, quien decidió renunciar a la candidatura tras cosechar un magro resultado del 8% en Carolina del Sur.

 

PELEA DE 14 ARENAS

 

Los estados en juego durante el supermartes abarcan los cuatro puntos cardinales de Estados Unidos, desde el pequeño Maine en el noreste, con algo más de un millón de habitantes, hasta el gigante California, de tendencia progresista y el más poblado del país, con una población de 40 millones.

 El sureño estado de Texas, con 29 millones de habitantes, es otro de los principales trofeos. Virginia, Carolina del Norte, Alabama y Colorado también eligen el 3 de marzo.

 Completan la nómina Arkansas, Massachusetts, Minesota, Oklahoma, Tennessee, Utah y Vermont, además de Samoa estadounidense y los demócratas residentes fuera del país.

La diversidad económica y social de los estados que participan en el supermartes, representativa de la totalidad del país, ofrece a los candidatos una oportunidad de demostrar su capacidad (o incapacidad) de recoger apoyo de un amplio espectro de votantes de diferentes perfiles, estratos y regiones. El escrutinio podría tomar toda la noche.

 

EL BOTÍN MAYOR

 

Para obtener la nominación del partido, un candidato precisa tener una mayoría absoluta de delegados, y aproximadamente un tercio del total está en juego en el supermartes.

 De ahí deriva la importancia de esta jornada, una parada clave del calendario electoral estadounidense. En números, mil 357 candidatos se pondrán en juego el martes, cuando son necesarios mil 991 para obtener la nominación.

 En comparación, hasta ahora los cuatro estados que ya celebraron asambleas electorales o elecciones primarias han asignado en conjunto solamente 155 delegados.

 Sanders lidera las encuestas en California, que otorga 415 delegados y es el premio mayor, y también en Texas (228 delegados). Si obtiene un buen resultado en esos dos estados, el senador izquierdista podría despegarse de sus rivales con una ventaja considerable. El umbral del 15% de los votos que exige el partido como mínimo para conseguir delegados puede ser un quebradero de cabeza para Biden, Buttigieg y Klobuchar, quienes compiten entre sí por los votos de los moderados.

 

DEBUT DE BLOOMBERG

 

El multimillonario y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg lleva gastados 500 millones de dólares, una cifra récord, en publicidad electoral pero no ha participado en ninguna de las cuatro instancias de votación que ya se han realizado. Este supermartes resultará para él una prueba de fuego que demostrará si su estrategia tiene asidero entre los votantes.

 Su pobre actuación en su primer debate a mitad de febrero y una segunda aparición el martes pasado, en la que fue duramente atacado por sus rivales y tampoco convenció, le quitaron impulso en las encuestas, pero mantiene un tercer lugar a nivel nacional, detrás de Sanders y Biden.

 

LOS OJOS EN MILWAUKEE

 

El nombre del candidato presidencial del partido saldrá de la Convención Nacional Demócrata, que se realizará entre el 13 y el 16 de julio en Milwaukee, pero la reticencia de los rivales de Sanders a bajarse de la competencia antes del supermartes hace cada vez más probable un escenario de amarga batalla por la nominación.

 Según Sanders, quien llegue a la convención con una mayoría, aunque no sea absoluta, debería ser nombrado como candidato. Sus rivales, por el contrario, exigen atenerse a las reglas, que indican que de no haber un candidato que obtenga la mayoría absoluta en la convención, se realizará una segunda votación, en la que los delegados tienen libertad de apoyar a un candidato diferente.

 Pero a esa segunda vuelta se suman además unos 700 "superdelegados", legisladores y figuras notables del partido. Teniendo en cuenta que esos superdelegados suelen representar al establishment, su peso podría torcer la votación y perjudicar las chances de Sanders.

 

LA CAÍDA DE BUTTIGIEG

 

Pete Buttigieg, el primer precandidato presidencial abiertamente homosexual desistió de continuar bregando por la nominación demócrata para enfrentar a Donald Trump en las elecciones de noviembre, informó el aspirante.

 El político de 38 años, que había pasado rápidamente de ser un desconocido a convertirse en una figura política nacional, anunciaría oficialmente su abandono en la noche del domingo, tras cosechar un magro resultado del 8% en las últimas primarias demócratas en Carolina del Sur, donde fue claramente aventajado por otros tres precandidatos.

 Estaba previsto que Buttigieg se dirigiera a sus seguidores en South Bend, Indiana, la ciudad de la que fuera alcalde. Buttigieg saltó al primer plano tras vencer por estrecho margen en la definición demócrata en el estado de Iowa, a comienzos de febrero.

 Pero su severa derrota en Carolina del Sur dejó en claro su gran dificultad para captar votos dentro del electorado negro, clave para su partido.