CIUDAD DE MEXICO- La sequía en México avanza implacable en el 47,7% del territorio nacional, donde el fenómeno adquiere proporciones de "severas a extraordinarias", 5,3% más que al cierre de marzo pasado, de acuerdo con el monitoreo oficial realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

La situación adquiere proporciones casi catastróficas en los estados norteños de Durango y Sinaloa (con 99,9% y 99,8% de ausencia de lluvias) y el occidental de Colima (con 97,3), pero hay estados más al centro o sur como Querétaro y Michoacán donde las cosas se están poniendo cada vez peor (con 94,5 y 92,4), según el reporte.

"El dominio de un sistema de alta presión sobre los niveles medios y bajos de la atmósfera, así como la escasa humedad en el ambiente, mantuvieron lluvias escasas o nulas", señaló la Conagua.

"Las zonas con los déficits de precipitación más significativos se observaron sobre el Pacífico norte y el occidente", donde se "incrementaron" en forma "de severa a extrema", el noreste y la Península de Yucatán", indicó el reporte.

El Comité Nacional de Grandes Presas señaló que los principales sistemas de embalses alcanzan un 10% abajo del promedio histórico.

De acuerdo con el sondeo realizado por este grupo, ninguna de las 210 represas de México registra un 100% de agua detrás de sus diques, 31 se encuentran entre 75 y 100%, 54 entre 50 y 75 y 19 en menos de 50.

Las represas con menos agua son la Villa Hidalgo, Benjamín Ortega y Lázaro Cárdenas, en Durango y la Juan Guerrero Alcocer, en Sinaloa, así como la Leobardo Reynoso (en el céntrico estado de Zacatecas) y la Temascal (en el sureño estado de Oaxaca).

El almacenamiento total es de 63.249 millones de metros cúbicos de agua, 9,4% menos que el promedio histórico y las regiones hidrológicas con mayor déficit son la Pacífico Norte (52%), la Río Bravo (40% y la Balsas (23%).

El sistema Cutzamala, que envía al menos un tercio del agua que se consume en la capital y sus alrededores, asiento de unos 21 millones de habitantes, está actualmente casi al 50% de su capacidad, lo que hace prever racionamiento de agua en las próximas semanas si las ansiadas lluvias no caen durante mayo, como se espera.

Algunas zonas lacustres de México hoy en día se han convertido en desolados páramos yermos como el caso del Lago de Cuitzeo, estado de Michoacán, que desde el año pasado se encuentra al 15% de su capacidad y hoy se pronostica su inminente desaparición.

La escasez de lluvias, las altas temperaturas y la deforestación, hicieron que más de 600 de los 4.000 kilómetros cuadrados que abarca este famoso espacio hasta hace poco apto para el turismo y la pesca, se encuentren secos.

La activista Getulia Maycotte, de la organización ambiental Amigos del Lago de Cuitzeo, alertó que el deterioro ha sido "grave" porque en la región se han perdido manantiales, especies vegetales y animales, así como actividades productivas como la pesca".

La laguna albergaba hasta hace dos años miles de millones de metros cúbicos de agua, la evaporación en aumento.

La desecación de este invaluable cuerpo de agua ha dejado a las comunidades Miguel Silva, Copándaro y Cuitzeo, ubicadas en sus márgenes, bajo la embestida de polvaredas contínuas. Ubicado a unos 60 kilómetros de Morelia, capital de Michaocán, algunas zonas del lago se han convertido en parajes lodosos o franjas de suelo erosionadas y otras registran no más que 10 centímetros de profundidad.

Cuitzeo es el segundo cuerpo lacustre más grande del país, después del de Chapala, en Jalisco (occidente), y abarca los municipios de Cuitzeo, Copándaro, Santa Ana Maya, Chucándiro, Huandacareo y Álvaro Obregón.

Investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo han advertido que "está condenado a desaparecer, pues a lo largo de más de dos décadas ha aumentado la desecación de su superficie original, debido en buena parte al cambio climático".