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32 millones de niños en confinamiento: ¿qué es lo bueno y qué es lo malo? ¿qué pueden hacer los padres?

La pandemia del coronavirus COVID-19 ha cambiado la dinámica en que niños y adolescentes se están desarrollando. A más de un mes que de inició el confinamiento de más de 32 millones de niñas y niñas debido al cierre de las escuelas para evitar la propagación de este virus, es imposible no pensar en los efectos que puede traer consigo este encierro.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018, en el país residen 31.5 millones de niños y adolescentes de 0 a 14 años, que representan casi el 30% del total de la población. Por ello, consultamos a algunas psicólogas y defensores de los derechos de la niñez para que nos dieran su punto. Acá te contamos lo que nos dijeron.

¿Qué tan malo resulta en confinamiento para los niños niñas y adolescentes?

Aunque no todos los niños viven de la misma manera el confinamiento, para Xóchitl González Muñoz, directora del centro de atención integral Psicología para Niños y psicóloga especializada en terapia infantil, esta situación ha traído consigo algunas cosas positivas para los más pequeños del hogar.

En entrevista para Expansión Política, la especialista comentó que muchos niños, niñas y adolescentes se han adaptado muy bien a la situación, incluso reconoció algunos beneficios, aunque, dijo, esto no quiere decir que no extrañen algunas actividades o que se les tenga que dejar de poner atención.

“Los niños chiquitos, los preescolares están felices de estar con sus padres, están muy contentos, claro que sus necesidades tienen que ver con movimiento, con que los niños se puedan mover mucho, con que puedan correr, jugar; el desafío con ellos tiene que ver con que (los adultos) tengamos tiempo para poder estar jugando con ellos físicamente”, explicó.

La especialista apuntó que a cada etapa de desarrollo corresponden a distintas maneras de entender la cuarentena, por lo que también son distintas las maneras en que los adultos podemos ayudarlos a estar mejor.

“Los adolescentes tiene algunas áreas a su favor, pues si bien, tienden a ser más individualistas por la etapa en desarrollo en que se encuentran, esta situación de confinamiento no es tan desfavorecedera porque es como hablarles en su idioma”, explicó.

“Ellos le sacan más jugo a las redes sociales y de comunicación a través de diferentes plataformas, de pronto rebasan a los adultos y ellos saben muchas más cosas tecnológicas y en ese sentido a ellos les beneficia esto, pues pueden vincularse con sus iguales con el uso de la tecnología tal vez de una mejor manera que en otras etapas de desarrollo”, apuntó la psicóloga.

Xóchitl González agregó que los adolescentes necesitan dormir mucho y ahora lo pueden hacer, lo cual equilibra sus niveles emocionales. Mientras que para los escolares, que van de los 6 a los 12 años de edad, es importante vincularse con otros niños durante esta época.

“Algunos niños de primero, segundo de primaria tal vez no cuenten con un celular ni tengan redes sociales que les permitan ser un poco más autónomos e independientes en el uso y gestión de cómo van relacionarse”. dijo.

Por ello recomendó a los padres y maestros organizar actividades para que los niños de esta edad compartan tiempo con sus compañeros desde casa, como pijamadas a distancia, actividades lúdicas o lecturas en grupo.

Para los niños de preescolar, dijo, se debe buscar es que se tengan actividades de canto, de baile y el mayor movimiento de acuerdo con los espacios con los que cuente cada familia para generar experiencias significativas y crear conexiones emocionales aun y con que estemos en una etapa de confinamiento.

 

¿Cómo apoyar a los pequeños para que el confinamiento sea más llevadero?

Tanto González Muñoz y Aurore Brossault, consultora especialista en salud mental y apoyo psicosocial de UNICEF, coincidieron en que los adultos –ya sean los papás o maestros– deben brindar certeza y seguridad a los pequeños en medio de esta emergencia sanitaria.

Por lo que además de poner atención y ser sensibles a las respuestas emocionales de los niños, los adultos debemos identificar nuestras propias necesidades emocionales.

“Debemos autorregular nuestras emociones, el miedo, la ansiedad, la desesperanza y en ese sentido, ser un modelo, no digo que seamos perfectos, pero si un modelo de cómo vamos manejando la paciencia, la ansiedad, el estrés, el no salir... porque los niños más allá de los que le decimos nos están viendo todo el día nuestra conducta, nuestras acciones, nuestras palabras, y justamente vamos modelando también el cómo ellos van percibiendo esta cuarentena”, digo González Múñoz.

“Los adultos deben pensar en su propio nivel de estrés, cuidarse, pensar en su autocuidado y tomar conciencia sobre cómo el estrés nos afecta porque cuando nos sentimos muy estresados nos volvemos muy irritables con los hijos”, explicó Brossault .

Sobre cómo abordar esta emergencia sanitaria con los menores, la consultora de UNICEF agregó que los adultos deben hablar de manera sencilla pero honesta y explicar con palabras adaptadas a su edad lo que está sucediendo.

“Los niños son muy buenos observadores, son como pequeñas esponjas que absorben mucho el estrés o el miedo de los papás, pero si no tienen una explicación de lo que está pasando pueden imaginar cosas peores que la realidad”, comentó.

La consultora de UNICEF y la directora de Psicología para Niños destacaron la necesidad de establecer límites en los flujos de información a los que están expuestos los menores, mantener constante comunicación sobre lo que saben respecto a este tema y ayudarles a consultar fuentes de información confiables si así lo requieren.

Finalmente, Brossault apuntó que no se deben reprimir las emociones de los menores, como el miedo y estrés que pudieran llegar a sentir ante lo que es necesario ser flexibles, tolerantes y brindar apoyo para que los pequeños puedan desahogarlas.