Julio 6 de 1917: Se realiza el primer correo aéreo de México y del mundo. Muchas veces los mexicanos logramos grandes hazañas y no las apreciamos cabalmente. Tal es el caso de Horacio Ruiz Gaviño, originario de Tacubaya, Distrito Federal, un aviador mexicano que ese día de julio llevó, de Pachuca, Hidalgo, a la Ciudad de México, la valija número 449 del correo mexicano, trasladándose en un avión biplano de construcción nacional, serie A número 6; con motor hispano-suizo de 160 caballos de fuerza. Este vuelo histórico duró 50 minutos 42 segundos, y acompañaron a Ruiz Gaviño, el maestro Francisco Santarini, así como los aviadores Benjamín Venegas y Ascencio Jiménez, más los mecánicos Fernando Proal, Rafael Altamirano, Medardo Córdoba y Enrique Pizaña.

El contenido de la mencionada valija era un saco de correos que contenía 534 cartas, 61 tarjetas postales y otras piezas menores. La razón de que le acompañaran los mecánicos, es que el avión biplano había sido embarcado previamente de la Ciudad de México rumbo a Pachuca en un furgón del Ferrocarril Central, que se estacionó en los llanos de Venta Prieta, en donde se armó la nave aérea. Los mecánicos simplemente regresaban a la capital para darle continuidad a su trabajo de armar otros aviones mexicanos. Pasado el tiempo, la revista especializada norteamericana, Post Master, publicó formalmente el dato: el descrito fue el primer correo aéreo del mundo, seguido de los estadounidenses en 1918 y de los franceses en 1919. Así como este ejemplo, los mexicanos tenemos otras iniciativas que son ejemplos mundiales en pro del desarrollo de la humanidad, pero sucede que al contrario de otras razas, tendemos a minimizar lo hecho en México.