En un anuncio el 19 de junio de 2020, investigadores italianos informaron que encontraron rastros genéticos del virus SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales tomadas de Turín, Italia, el 18 de diciembre de 2019. Este anuncio fue recogido el mismo día por Medical XPress, Forbes , Barron's Newsletters y AFP. Los científicos también encontraron evidencia similar de muestras tomadas en Milán en diciembre y Bolonia en enero de 2020. Este estudio fue realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud de Italia (ISS) y los resultados fueron anunciados por la experta en calidad del agua Giuseppina LaRosa.
Su equipo examinó 40 muestras de aguas residuales tomadas desde octubre de 2019 hasta febrero de 2020. Las muestras de octubre y noviembre fueron negativas. Los hallazgos positivos fueron confirmados por dos laboratorios diferentes, utilizando dos métodos de análisis diferentes. El Instituto observó que estos resultados estaban en línea con las muestras de pacientes de Francia que se analizaron retrospectivamente, mostrando casos de SARS-CoV-19 en humanos desde diciembre de 2019. Se observa que los primeros informes de casos de SARS-CoV -19 de Wuhan, China, fueron de diciembre de 2019.
LaRosa fue citada al comentar que la presencia del virus en las aguas residuales italianas no "implicaba automáticamente que los principales trenes de transmisión que llevaron al desarrollo de la epidemia en nuestro país se originaran a partir de estos primeros casos". Es decir, no es seguro que la epidemia haya comenzado en Italia, a diferencia de China, pero esta evidencia pone en duda toda la cuestión del lugar de origen real. Este punto ha sido planteado recientemente por varios científicos chinos.
La evidencia de material del virus SARS-CoV-2 dura semanas en las aguas residuales y mucho más en las muestras. Esta evidencia puede identificarse mucho después de que el virus ya no sea viable. La prueba de las aguas residuales en busca de evidencia de virus se utilizó ampliamente durante la epidemia de polio en los EE. UU. Durante la década de 1950, para rastrear rápidamente la extensión geográfica y la carga viral de la comunidad (la frecuencia de la población) de la epidemia. [nr]
Hablando ayer en una conferencia de prensa durante la tercera etapa de su viaje europeo, en Noruega, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, insistió en que no se debe politizar el origen del virus COVID-19. "Dónde comenzó el virus y cómo comenzó ... debería dejarse en manos de científicos y expertos médicos ...", dijo Wang, según Reuters. “No se debe politizar ni estigmatizar…. ¿Quién es el paciente cero? Aún se desconoce ”.
Si bien China fue el primer país en informar la existencia del virus a la Organización Mundial de la Salud, "eso no significa que el virus se haya originado en China", dijo Wang. "En realidad, durante los últimos meses, hemos visto informes ... que muestran que el virus surgió en diferentes partes del mundo y puede haber surgido antes que en China".
Estudios recientes en Francia e Italia mostraron que el virus Covid-19 ya estaba allí en octubre-noviembre de 2019. Si bien los especialistas franceses han analizado retrospectivamente casos de neumonía anómala, concluyendo que el virus ya estaba en Francia en noviembre, algunos expertos italianos han analizado el pasado muestras de aguas residuales y concluyó que el virus ya estaba en Italia entre la segunda quincena de octubre y la primera quincena de noviembre.
