10/May/2024
Editoriales

¿Deben seguir existiendo los teléfonos tradicionales?

En la casa de ustedes desde hace un par de años no contestamos el teléfono fijo, sólo utilizamos el servicio de telefonía celular. Esto porque una vez que no estábamos, una señora que trabajaba en el servicio doméstico contestó una llamada de un extorsionador.

El sujeto -según platicó ella después- le preguntó por mí y por ‘la señora de la casa’ y cuando le contestó que no estábamos, le dijo una sarta de mentiras respecto a un supuesto problema de seguridad, aterrorizándola y pidiéndole dinero que debía depositar en el OXXO cercano en una tarjeta determinada para salvar a mi familia de un atentado que estaba por ocurrirnos.

Cuando regresamos la mujer tenía los nervios destrozados sintiéndose culpable por no haber pagado los ochocientos pesos que le exigía el extorsionador, y renunció al trabajo.

Después, a otra persona que también trabajaba en casa, igual le llamaron e interrogaron, y cuando el sujeto supo que estaba sola, le exigió que abriera la puerta pues él llegaría en diez minutos a entregarle un encargo que mi esposa le enviaba.

No he dado de baja el teléfono fijo porque viene en paquete del internet que es servicio indispensable para la televisión y, sobre todo, para mi trabajo en la computadora.

Estos inconvenientes y muchos otros son la razón de que existieran hasta finales del año pasado 8 millones 590 mil teléfonos inteligentes en el mundo, es decir, ahora hay más teléfonos celulares que personas, ya no digamos que teléfonos fijos, los cuales requieren mucha más infraestructura para funcionar, y de esos hay sólo mil millones en el mundo. La autoría del teléfono celular es disputada por varios inventores, entre ellos el norteamericano Martín Cooper. El acelerado desarrollo de la tecnología celular inició en 1981 cuando el fabricante Ericcson lanzó el NMT 450 que utilizaba canales de radio analógicos, pasando por la segunda generación G2 en 1990 en base a la digitalización. De ahí en adelante se vino en cascada el avance tecnológico con MMS (Sistema de Mensajería Multimedia), el 3G que posibilitó el novedoso sistema UMTS (Universal Telecomunications System), el 4G con mayor anchura de banda, y ahora el 5G que es una maravilla en capacidad y rapidez, que permite la operación de redes sociales y aplicaciones fantásticas.

Ante esto ¿Quién quiere un teléfono fijo? Acaso las plantas industriales y las oficinas gubernamentales con servicio al público, o los bancos que necesitan registrar y grabar las conversaciones. 

Pero tarde o temprano van a desaparecer los teléfonos fijos, y más en los hogares, pues ciertamente muchos delitos se cometen también en los celulares, debido a que hay más aparatos de esos, pero en los teléfonos fijos se puede ubicar fácilmente la dirección donde está instalado, y con esos dos elementos, la comunicación y la ubicación, la delincuencia ataca a los usuarios, sobre todo a los más vulnerables.