Julio 24 de 1985: Cae un veinte por ciento el tipo de cambio, cotizándose el dólar controlado en 279. 83 pesos mexicanos. El presidente Miguel de la Madrid tomó algunas medidas de austeridad como la eliminación de 15 Subsecretarías de estado, y 50 Direcciones generales, así como la reducción de su propio sueldo en un 10% y congeló las percepciones de Secretarios, Subsecretarios, y Oficiales mayores del sector paraestatal y la banca. Sin embargo, el impacto de estas medidas fue más mediático que real, pues apenas un par de días antes, México había llegado a un acuerdo con el FMI para reanudar el financiamiento oficial, luego de que con el Plan Baker se había reconocido que la única solución para solventar la deuda mundial era recuperar el crecimiento de las economías de los países deudores, entre los que estaba el nuestro.

Y eso que el día 16 de julio del año anterior la Cámara norteamericana de Representantes había aprobado, para incrementar su reserva estratégica petrolera, que se comprara a México cien mil barriles diarios de petróleo crudo. Así estaba de delicada la situación económica del país, y por si fuera poco, se presentó el 19 de septiembre de 1985 un terrible terremoto que cobró un número indeterminado de vidas, destruyó muchos edificios de la Ciudad de México, y también a varias instituciones, devaluando la imagen del Presidente de la República y su partido porque no hubo una rápida capacidad de respuesta ante la tragedia. El resultado fue que en las cuestionadas elecciones de 1988 el PRI perdió millones de votos, sudando la gota gorda para ganar la Presidencia de la República y para conservar la mayoría legislativa en las dos Cámaras, así como en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. Lo dicho, cuando llegan los males, nunca vienen solos.