Espectáculos

Roberto Benigni, León de Oro en Venecia

VENECIA  - El actor y realizador italiano Roberto Benigni recibirá el León de Oro a la Carrera en la 78a edición de la Muestra Internacional del Cine de Venecia, que tendrá lugar del 1 al 11 de septiembre, anunció hoy la Bienal.

La decisión fue tomada por el consejo directivo, que adoptó la propuesta del director artístico del festival, Alberto Barbera.

"Mi corazón está colmado de alegría y gratitud. Es un honor inmenso recibir tan alto reconocimiento hacia mi trabajo de parte de la Muestra Internacional de Arte Cinematográfico de Venecia", dijo Benigni al conocer la noticia.

"Desde sus comienzos, bajo la insignia de una ventana innovadora e irrespetuosa de reglas y tradiciones, Roberto Benigni se impuso en el panorama del espectáculo italiano como una figura de referencia, sin precedentes y sin igual", dijo Barbera al fundamentar el premio para el actor.

Agregó que "alternando sus apariciones en escenarios teatrales, set cinematográficos y estudios televisivos, con resultados sorprendentes de vez en cuando, se impuso en todos en virtud de su exuberancia e impetuosidad, de la generosidad con que se otorga al público y la alegría apasionada que conforma quizás la figura más original de sus creaciones".

Barbera recordó que el ganador de un Oscar al Mejor Actor por "La vida es bella" (1999), "con admirable eclecticismo, sin renunciar jamar a ser él mismo, pasó de convertirse en cómico, entre los más extraordinarios de la rica galería de artistas italianos, a ser un director memorable, capaz de hacer películas de gran impacto popular, para finalmente convertirse en el intérprete más apreciado y divulgador de la 'Divina Comedia' de Dante".

Quizás, Benigni no camine sobre los respaldos de las butacas rojas de la gran sala del Lido hasta llegar al escenario, como hizo en 1999, en aquella memorable ceremonia de los Oscar en que dio uno de los agradecimientos más histriónicos de la historia de los premios, pero también uno de los más sentidos. Pero de seguro, su presencia en el escenario para recibir el León de Oro promete un espectáculo.

Así como su increíble carrera, dividida en dos, entre comedia y drama: desde sus inicios como músico y cantante, pasando por los espectáculos junto al actor Marco Messeri en los años '70, hasta el encuentro en 1975 con Giuseppe Bertolucci, quien escribió para él un monólogo, Cioni Mario di Gaspare fu Giulia, en el que interpretaba a un campesino toscano irreverente, transgresor y comunista hasta la médula.

Un personaje, el de Cioni, inevitablemente condenado a la transgresión. Es el que besó en vivo a la conductora de televisión Olimpia Carlisi y que llamó "Wojtilaccio" al Papa que había venido del Este, Juan Pablo II.

Entre los personajes de televisión, es inolvidable el de 1978 en el programa "L'altra domenica" de Renzo Arbore, donde interpretaba a un insólito crítico de cine que no sabía nada del tema y era objeto de las burlas de los técnicos y de una lámpara que solo funciona si uno gritaba.

La otra vida de Benigni está detrás de cámaras e inicia en 1983 con "Tu mi turbi" y el año siguiente con "Non ci resta che piangere", escrito e interpretado (también colaboró en la dirección) por el actor Massimo Troisi (El Cartero), que fue un éxito de taquilla.

Luego, llegó la etapa de Estados Unidos, donde Benigni trabajó en tres películas de su amigo Jim Jarmusch: "Bajo el peso de la ley" (1986); "Una noche en la tierra" (1991) y "Café y cigarros" (2003).

Desde 1987, trabajó con Nicoletta Braschi, quien luego se transformó en su esposa, con la que en 1991 fundó la productora Melampo Cinematografica, que produjo películas como "Johnny Stecchino" (1991), "El mostruo" (1994); "La vida es bella" (1997); "Pinocho" (2002) y "El tigre y la nieve" (2005).

Claro está que, mientras tanto, siguió trabajando como actor. Vale recordar su papel en "La voz de la luna", de Federico Fellini (1990) y, más cerca, su Geppetto en el "Pinocho" de Matteo Garrone, en 2019.

Como un gran comediante, Benigni muestra en la última parte de su carrera toda la seriedad y melancolía que puede haber detrás de cada risa.

Así, el campesino toscano, el comunista Cioni, se quita la máscara popular en un momento de su vida y comenta con pasión y competencia la "Divina Comedia" de Dante Alighieri, el Canto de los italianos, los principios fundamentales de la Constitución de República italiana y los diez mandamientos bíblicos.

"Pocos artistas supieron, como él, fusionar su explosiva comedia, muchas veces acompañada de una sátira irreverente, con admirables dotes de intérprete - al servicio de grandes directores como Federico Fellini, Matteo Garrone y Jim Jarmusch -, además de ser un un contundente y refinado exégeta literario", concluyó Barbera.