18/May/2024
Editoriales

Cómo decir no a una petición injusta

El vecino de Nasredín fue a pedirle prestado su único burro para trabajar una parcela el fin de semana porque su hermoso caballo estaba lastimado de una pata. 

 Nasredín le dijo que con gusto se lo prestaría pero desafortunadamente no lo tenía en ese momento pues su hermano se lo había llevado; que regresara otro día. 

 En esas estaban cuando se escuchó rebuznar al burro, que tenía hambre.

_Mire, Nasredín, si no me quiere prestar su burro, dígamelo y yo lo entendería; sería mejor que engañarme diciendo que el asno no se encuentra aquí en su casa.

_En verdad no lo tengo por ahora, vecino, repitió Nasredín.

_A ver, Nasredín, ¿Cómo me dice eso, si lo acabo de escuchar rebuznando?

_Oiga vecino, no me venga a insultar a mi casa, me está ofendiendo… primero viene a pedirme prestado algo, que para mí es muy importante, y resulta que le cree más a un burro que a mí… largo de aquí !

 

Cuento turco, versión libre mía