La imagen de un niño sano y sonriente desayunando un cereal con fruta y leche marca Kellogg’s perduró por décadas. Acaso la principal modificación es que ahora hay cereales ‘light’ con frutas secas como fresas o manzanas, pero sigue siendo el mismo platillo: cereal, azúcar, leche y fruta. Este negocio inició cuando los hermanos John Harvey y Will Keith Kellog instalaron un sanatorio naturista en Battle Creek, Michigan. Ese negocio se distinguía por obligar a sus pacientes a llevar un estricto régimen de comida vegetariana, combinada con baños de agua fría, enemas -por arriba y por abajo- para tener siempre limpio el intestino, ejercicio y abstinencia sexual.         

A los hermanos Kellogg les preocupaba la salud, por lo que les daban reconstituyentes, preferentemente un desayuno descubierto en 1863 por el doctor James Celeb Jackson: los cereales deshidratados. Eso que era novedoso, fue motivo de diferencias entre los hermanos Kellog pues ambos pensaban diferente respecto al contenido de azúcar, y las discusiones llegaron al punto de romper la sociedad y dejarse de hablar entre ellos. John creó una empresa con derivados de la soja, y Will una de cereales que, en 1906, se convirtió en la marca Kellogg’s. Will era muy vivo, y manejaba bastante bien el aspecto comercial. Sus anuncios en panfletos, revistas y en cualquier lugar donde se podía, anunciaba una agradable combinación de salud y valores familiares –una madre alimentando a sus hijos y a su esposo- que pegaron fuerte, y se ‘adueñó’ del mercado de los desayunos pre elaborados en Norteamérica. Pronto, Kellog’s como la marca líder, competía en todo el mundo sólo con Nestlé y la gran ventaja era que Will se adecuaba a las tendencias modernas, cambiando los conceptos de mercadotecnia sin importarle los principios religiosos familiares, pues el sanatorio Battle Creek mostraba mujeres con faldas largas, camisas de cuello alto y pelo recogido, mientras que en los últimos anuncios de All-Bran, uno de los productos estrella de Kellog’s, se muestra a una joven Eva rodeada de manzanas, casi desnuda y con cabello suelto. Hay una novela llamada El Balneario de Battle Creek, del escritor T. Coraghessan Boyle (1948) y una versión cinematográfica de esa novela, dirigida por Alan Parker, con Antony Hopkins en el papel del doctor Kellogg, que recrea muy bien el ambiente en el que surgieron los cereales Kellogg’s. De todas las imágenes históricas de la marca Kellogg’s, la del niño sano, que competía con el de comidas para bebé Gerber, es la que más tiempo duró. Hoy día, es difícil encontrar algún lugar en el mundo en donde no haya algunos de los productos Kellogg’s, lo que significa aquí y en china un éxito ejemplar.