Ingrid Bergman (1915-1982), actriz sueca de luminosa belleza y misterioso acento, tenía un estilo muy natural pues no se forzaba nada en sus papeles cinematográficos.
En los años cuarenta tuvo al público prendado de su forma de ser. Después de alternar con Humphrey Bogart en "Casablanca" en 1942, se convirtió en la reina de la taquilla. Sólo Meryl Streep ha conseguido igualar su récord de tres premios Oscar, y superada sólo por Katharine Hepburn que obtuvo cuatro.
Sin embargo, en 1950 Ingrid tuvo una aventura amorosa, con resultado de un bebé, con el director de cine Roberto Rosellini, y ambos eran casados. A Rosellini le afectó el asunto pero en una sociedad machista, la condenada por el público fue Ingrid, pues se le había investido de atributos de pureza y lealtad.
El tema fue de tanto escándalo que llegó hasta el senado norteamericano, pues el "Escándalo Bergman" provocó una iniciativa de ley en el que la inmoralidad de un extranjero debía castigarse con la expulsión de Estados Unidos. La ley no fue aprobada pero ella sí fue condenada pues nadie le daba un papel.
Hasta que en 1956 le ofrecieron y aceptó "Anastasia" que le valió uno de sus í“scares y lo mejor fue que recuperó el cariño del público, pues se decía que había sobrevivido al escándalo y había salido con dignidad. Ingrid murió de cáncer el día de su cumpleaños número 67, fue cremada y sus cenizas esparcidas en algún lugar desconocido y el remanente fue enterrado junto a sus padres en el cementerio de Estocolmo, Suecia. Un par de años antes de su muerte, le dijo a un entrevistador: "Mi vida ha sido muy rica y nunca me he aburrido. Cuando yo era joven, en Suecia, acostumbraba rezar diciendo: Señor no dejes que mi vida sea aburrida, y obviamente me escuchó.