07/Sep/2024
Editoriales

Los retos de Claudia Sheinbaum

EL día primero de octubre del año 2024 pasará a la historia de México como el día en el que la primera mujer tome protesta como Presidenta de la República, me refiero a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

 Con 35.9 millones de votos, casi seis millones de votos más que los que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en 2018, Claudia Sheinbaum se posiciona como la candidata más votada en el país, muy por encima de Enrique Peña Nieto, quien alanzó la presidencia con 19 millones de votos o de Felipe Calderón quien obtuvo un resultado apretado con apenas 15 millones de votos.

 La Dra. Sheinbaum asumirá el poder con un enorme bono democrático, el que que deberá utilizar con sabiduría y prudencia, ya que si MORENA obtiene, como se espera, la mayoría calificada en las Cámaras de Diputados y de Senadores, podría tener la tentación de aprovechar la aplanadora legislativa para instaurar un régimen autoritario, o puede aprovecharlo para avanzar en la solución de los grandes retos que afectan a las y los mexicanos.

 Más que pensar en instaurar un gobierno de corte socialista, que en ninguna parte ha demostrado resultados alentadores para la creación de empleos bien remunerados, podría establecer las bases para fomentar el ingreso de inversiones productivas que eleven la productividad y competitividad de las empresas, incluyendo las paraestatales, a fin de establecer políticas laborales que mejoren la calidad de vida de las y los empleados, ya que empresas quebradas y sobre endeudadas nunca podrán mejorar los salarios de sus trabajadores.

 Por otra parte, un sistema productivo sano y equilibrado permitirá una mayor captación de impuestos, con lo que se podrá redistribuir la riqueza generada.

 Además de este reto, es necesario que de inmediato su gobierno se aboque al tema de la seguridad nacional, recuperando los territorios que actualmente dominan las bandas criminales que asedian a los productores, a los transportistas, y hasta se atreven a lucrar con la dignidad humana de las personas migrantes; sin olvidar combatir con todo el peso del Estado la producción industrial y el trasiego de drogas, como el fentanilo, así como  y la enorme cantidad de homicidios dolosos que horrorizan a cualquier ser humano.

 Asimismo, la Dra. Sheinbaum, como presidenta electa, podría iniciar una política de reunificación nacional para revertir la polarización en la que vivimos como sociedad, de esta manera se fortalece la gobernabilidad del país.

 La gobernanza también la puede fortalecer si en su papel de presidenta electa y con su enorme bono democrático, les solicita a los integrantes de la nueva legislatura que suspendan la aprobación del Plan C para que, al llegar ella a primera magistratura, se analice detenidamente las ventajas y desventajas que ello ocasionará con el debilitamiento del Poder Judicial de la Federación, el único poder que puede ser un contrapeso efectivo en su papel como revisor de la constitucionalidad de las acciones de los otros dos poderes. Al contrario, se puede aprovechar esa reforma para fortalecer la autonomía del Poder Judicial en lo que respecta al nombramiento de nuevos Ministros, tomando en cuenta a la academia.

  Para no abundar en más detalles, otros retos muy importantes que enfrentará la próxima Presidenta de México se relacionan con el fortalecimiento del sistema democrático, a través de darle más atribuciones al INE y al IFAI, por señalar dos de los más importantes órganos ciudadanos, así como el mejoramiento del medio ambiente, utilizando sus conocimientos para el uso de energías renovables. 

  Consolidar las debilitadas finanzas públicas y mejorar la relación bilateral con nuestros vecinos del norte es una tarea fundamental a la que deberá brindar toda su atención, así como recomponer y enderezar a la compañía petrolera más endeudada e improductiva del mundo, que es PEMEX. La enorme deuda pública es otro tema al que urge poner atención.

 Además, a mediados del año 2026 se vendrá la revisión del TMEC, por lo que le urge un negociador con experiencia para que no afecten los interese comerciales de nuestro país.

 Seguramente serán mucho más los retos que enfrentará la primera Presidenta de México, desde integrar un gabinete con las mujeres y los hombres más destacados, en lugar de darlos como premios de consolación a políticos aliados, hasta mejorar las comunicaciones, el acceso al espectro radioeléctrico y recuperar las políticas de salud y educación que en otras épocas distinguían a México, por mencionar sólo algunos aspectos de la vida nacional.

  Por ser la primer Presidenta de México la Dra. Sheinbaum ya pasó a la historia; ojalá pase también por ser una gran presidenta y no solo la que continuó con el desmantelamiento de las instituciones públicas y por seguir sembrando odio entre los mexicanos, como lo hizo el gobierno de López Obrador.