WASHINGTON — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó a la nada el sábado mientras el cierre parcial del gobierno se coronó como el más largo de la historia, con los miembros de Congreso fuera de la capital y sin negociaciones a la vista.
El mandatario no indicó si iba a seguir adelante con la declaración de emergencia que pondría fin al impasse, le daría el dinero para su muro sin la aprobación del Congreso y desencadenaría desafíos judiciales y una tormenta política. En la víspera dijo que no estaba preparado para hacerlo “por ahora”.
Los legisladores regresarán a Washington desde sus distritos y estados a principios de semana.
Trump publicó una serie de tuits tratando de refutar la idea de que no tiene una estrategia para terminar con el que el sábado se convirtió en el cierre del gobierno más largo en la historia estadounidense al cumplir su 22do día. “¡Las elecciones tienen consecuencias!”, declaró en relación a los comicios de 2016 en los que “prometí seguridad” y, como parte de esa promesa, un muro fronterizo.
Pero en noviembre hubo otra elección y su consecuencia fue que los demócratas controlan la Cámara de Representantes y se niegan a financiar su muro.
Trump volvió a amenazar con que el cierre pueda continuar de forma indefinida. Más tarde el sábado, completó sus declaraciones en Twitter con una llamada telefónica al programa de la televisora Fox News Channel “Justice with Judge Jeanine” desde la Casa Blanca dentro de su campaña de relaciones públicas para el muro.
La conductora, Jeanine Pirro, presionó a Trump sobre los motivos por los que aún no ha declarado una emergencia nacional. El republicano señaló que está dando al Congreso la oportunidad de “actuar con responsabilidad”.
El presidente señaló también que “no tiene idea” de si puede alcanzar un acuerdo con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que se opone a gastar dinero en un “muro inefectivo”.
Se espera que el presidente firme esta semana la legislación aprobada por el Congreso para pagar de forma retroactiva a unos 800.000 empleados federales que no están recibiendo su salario durante el cierre parcial del gobierno. Los cheques debieron entregarse el viernes, pero muchos trabajadores recibieron talones con ceros.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, que el sábado estaba de viaje oficial en Abu Dabi, dijo que la moral entre los diplomáticos estadounidenses es alta pese a que muchos trabajan sin paga. “Estamos haciendo todo lo posible por asegurar que no afecta a nuestra diplomacia”, apuntó.
Casi la mitad de los empleados del Departamento de Estado en Estados Unidos, y como una tercera parte en el extranjero, están bajo licencia durante el cierre. Con la excepción de algunos empleados locales en el extranjero, el resto trabaja sin paga, como los que acompañan a Pompeo en su gira por Oriente Medio.
Por otra parte, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo que alrededor de 500 de sus 3.000 inspectores regresaron al trabajo, y espera que más lo hagan la próxima semana, lo que podría aliviar las consecuencias del cierre sobre el sistema de aviación.
Una declaración de emergencia nacional por parte de Trump podría acabar con el estancamiento al permitirle usar fondos existentes no utilizados para construir el muro fronterizo entre México y Estados Unidos sin la aprobación del Congreso. Los demócratas se oponen a la medida aunque es probable que no puedan evitarla. Muchos republicanos también se muestran recelosos ante la idea.