Florida — El total de menores sin seguro de gastos médicos en Estados Unidos aumentó por primera vez en casi una década a 3,9 millones en 2017, de acuerdo con un informe del Centro para Niños y Familias de la Universidad de Georgetown difundido el jueves.
A nivel nacional, la cifra de menores no asegurados creció en unos 276.000 en 2017, pasando de 4,7% en 2016 a 5% el año pasado. Los expertos afirman que alrededor de 75% del aumento en el número de menores sin seguro se encuentra en estados que no ampliaron el programa Medicaid, como Florida, Texas y Georgia.
De acuerdo con la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, promulgada por el expresidente Barack Obama, Florida y otros estados podrían haber recibido fondos federales para ayudar a pagar la cobertura médica de casi 900.000 personas, pero la legislatura estatal controlada por los republicanos votó en contra. La vasta mayoría de los estados han ampliado el Medicaid e incrementado el número de habitantes que podrían acceder a ese programa.
Joan Alker, directora ejecutiva del Centro para Menores y Familias de la Universidad de Georgetown, quien ha escrito el informe los últimos ocho años, afirmó que jamás había visto que las tasas de niños sin seguro médico aumentaran en los 50 estados, lo que sucedió el año pasado.
Quizá lo más preocupante sea que la tasa de menores no asegurados se haya elevado a pesar de que la mejora en la economía y la baja tasa de desempleo propició un aumento en el número de menores asegurados por sus padres, afirmó Alker.
En el estudio se responsabiliza del incremento a los reiterados intentos del gobierno del presidente Donald Trump de reformar los servicios de salud que reciben fondos públicos. Hubo intentos importantes de revocar la Ley de Seguro Asequible de Obama y recortar el Medicaid. El Programa de Seguro de Salud para Menores (CHIP por sus siglas en inglés) también agotó sus recursos y quedó en el limbo durante meses hasta que el Congreso amplió su financiación.
“Hubo mucha confusión entre las familias en cuanto a si estas fuentes de cobertura pública estaban disponibles”, afirmó Alker.
Al mismo tiempo, el gobierno de Trump redujo considerablemente los fondos para difusión y asesores que apoyaban a la gente a inscribirse en los programas de seguro de gastos médicos. La disminución de las inscripciones en el país no ocurrieron solo en el Medicaid y el CHIP, sino también en el “Obamacare” o el mercado federal en el que los padres pueden comprar seguros privados de salud y que a menudo reciben un subsidio para pagarlo.
El reporte señala que muchos de los menores que no tienen seguro de gastos médicos cumplen los requisitos para tener cobertura, pero simplemente no están inscritos.