Espectáculos

Asghar Farhadi, el cineasta que retrata un Irán sin estereotipos

Asghar Farhadi desembarcó en el crudo invierno de Teherán con el í“scar en la mano y quedó sorprendido por la muchedumbre que lo esperaba afuera del aeropuerto para declararlo el nuevo héroe nacional de Irán.

Por décadas el cine iraní­ se ha ido ganando el aplauso de la crí­tica, pero no habí­a podido romper con la corriente tradicional hasta 2012, cuando este reconocido director volvió a casa con el premio de la Academia estadounidense, el primero a una cinta de ese paí­s.

"Traté de ir subrepticiamente, precisamente para evitar cualquier tipo de escena, pero de alguna manera lograron conseguir el dí­a que llegaba y habí­a una multitud en el aeropuerto", recuerda Farhadi.

"La cantidad (de personas) era tan grande que empecé a preocuparme por el control de la multitud", señaló.

El premio a Farhadi por su cinta "La separación" como mejor pelí­cula extranjera hizo estallar festejos en todo Irán, donde millones de personas vieron a medianoche cuando el cineasta recibí­a la estatuilla dorada.

Esto se convirtió en un gran estí­mulo para muchos iraní­es cuyas vidas quedaron eclipsadas por los disturbios que siguieron a la Primavera írabe en los paí­ses vecinos de Egipto y Túnez, así­ como por la amenaza permanente de conflicto y de sanciones económicas.

"Fue una época en que polí­ticos de Irán y Estados Unidos estaban hablando de guerra", dice Farhadi a la AFP durante una visita a Estados Unidos para promocionar su nueva pelí­cula de cara a la temporada de premios.

"Yo estaba muy contento de que ahora estuvieran hablando de cultura. Tuve la impresión de que era la gente de ambos paí­ses la que estaba comunicándose, más que con las conversaciones polí­ticas".

El realizador se vio nuevamente como un mediador cultural, representando a Irán en Hollywood con su última pelí­cula, "The Salesman", elegida por su paí­s para postularla a los í“scar en 2017, en la categorí­a de mejor pelí­cula extranjera.

- Visceral -

Este relato, que muestra la visceral moralidad de un matrimonio hundido en el conflicto luego de que la esposa sufriera un ataque en su casa, fue galardonado ya con dos de los principales premios del Festival de Cannes.

Como en el filme "La separación", la nueva cinta de Farhadi presenta una mirada matizada de Teherán más allá de los estereotipos de los mulás y la policí­a moralista y se sumerge en la vida de personas comunes y corrientes.

Farhadi no siente que tenga que abordar las ideas erróneas que tienen los estadounidenses sobre la sociedad iraní­, pero reconoce que su trabajo está resultando una suerte de diálogo entre su propia gente y la cultura popular de Estados Unidos.

"Cuando me siento y empiezo a escribir un guión no me digo: 'Esta es una pelí­cula que va a ver un público extranjero y porque la va a ver público extranjero tal vez deberí­a hacer algunas cosas extra'", sostiene.

"Lo hago pensando que la audiencia podrí­a ser cualquiera, en cualquier lugar, y escribo lo que me dicta el corazón", añade.

Farhadi, de 44 años, realizó su primer cortometraje a los 13 años en un cineclub de jóvenes.

Graduado en estudios de teatro en la Universidad de Teherán, hizo una maestrí­a en dirección escénica en la Tarbiat Modares University y empezó a trabajar inmediatamente dirigiendo series de televisión que él mismo escribió.

En 2002, escribió y dirigió su primera pelí­cula "Dancing in the Dust", y posteriormente fue aclamado por "Fireworks Wednesday", un ví­vido retrato del matrimonio con el Año Nuevo persa, una importante fecha en Irán, como telón de fondo.

- "Cerca de la paz" -

En 2009, siguió el drama psicológico "About Elly", antes de que "La separación" irrumpiera en la consciencia del público internacional, y obtuviera el galardón a la mejor pelí­cula de la 61 edición de la Berlinale y luego cosechara premios en festivales de todo el mundo.

Además de ganar el í“scar Y el Globo de Oro a la mejor pelí­cula extranjera, el filme fue nominado por la Academia en la categorí­a de mejor guión, con lo que Farhadi se hizo un sitio en la élite del mundo de la cinematografí­a.

Su trabajo ha sido elogiado por mostrar la vida con toda su complejidad moral, sin juzgar a sus personajes pero invitando al público a sacar sus propias conclusiones.