Ciudad del Vaticano - El Papa Francisco clamó hoy una vez más por el fin a la "lógica de las armas" en Siria e Irak, aseguró que la solución al conflicto está "en manos del hombre" y urgió a los políticos involucrados a renunciar a "intereses oscuros" por un bien superior: la paz.
El pontífice recibió esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, a un grupo de representantes de órganos caritativos que trabajan para atender la crisis humanitaria en Siria, Irak y los países limítrofes.
En su discurso advirtió que los habitantes de esos países no desean más que vivir en armonía, y exclamó: "no me canso de pedir a la comunidad internacional mayores y renovados esfuerzos para alcanzar la paz en todo Medio Oriente y de pedir que no se mira para otro lado".
"Poner fin al conflicto está también en las manos del hombre: cada uno de nosotros puede y debe hacerse constructor de paz, porque cada situación de violencia e injusticia es una herida en el cuerpo de la entera familia humana", agregó.
Más adelante constató, "con gran tristeza", que la lógica de las armas y del sometimiento, de los "intereses oscuros" y la violencia continúan devastando esa región con "consecuencias dramáticas" y "daños incalculables".
"La violencia genera violencia y tenemos la impresión de encontrarnos envueltos en una espiral de prepotencia y de inercia, de la cual parece no hay salida (...) Es el destruir por destruir", denunció.
Con esta audiencia comenzó en El Vaticano la quinta reunión de un grupo que vincula unos 40 organismos que operan en la zona, además de representantes de los obispos locales, de congregaciones religiosas además de los nuncios apostólicos (embajadores del Vaticano) en esas naciones.
Los objetivos del encuentro incluyen trazar un balance del trabajo realizado para mitigar la crisis, discutir los aspectos críticos surgidos, identificar las prioridades para el futuro, analizar la situación de las comunidades cristianas residentes en los países golpeadas por la guerra y promover sinergias.
Según datos oficiales, la red de la Iglesia católica en la zona alcanzó a más de nueve millones de beneficiarios individuales entre 2015 y 2016, movilizando cerca de 207 millones de dólares el primer año y 196 millones hasta julio del segundo.
Desde 2011 la crisis ha provocado 300 mil víctimas y un millón de heridos; actualmente son más de 13.5 millones las personas necesitadas de ayuda en Siria y más de 10 millones en Irak; los refugiados internos son 8.7 millones en Siria y unos 3.4 millones en Irak.
Asimismo suman 4.8 millones los refugiados sirios distribuidos en toda el área de Medio Oriente, en particular en Turquía, Líbano y Jordania.