11/May/2024
Editoriales

El padre Jarauta, un héroe olvidado

Celedonio Domeco de Jarauta se llamaba un eclesiástico español que llegó a México por  Veracruz. Fue conocido como el Padre Jarauta, y se encariñó tanto con nuestro país, que peleó en contra de los invasores norteamericanos, quienes el 9 de marzo de 1847 entraron a territorio nacional precisamente por Veracruz. 

Fue nombrado capellán del 2º. Regimiento de infantería en los límites entre Veracruz y Puebla, pero al saber que el puerto de Veracruz estaba en ruinas tras el asedio de seis días por el ejército estadounidense, organizó una guerrilla con civiles dispuestos a morir defendiendo a su país. Jarauta estuvo atacando a los convoyes norteamericanos de  abastecimiento que cubrían la ruta de Veracruz a México. Entre sus seguidores había civiles básicamente, pero también algunos eclesiásticos, y presos liberados que, obligados a punta de pistola, peleaban contra los invasores.

La estrategia del padre Jarauta era una guerra de guerrillas, atacando por sorpresa a los soldados del general Scott entre Perote, Puente Nacional y Sotavento, y les causó bajas importantes. Así se la pasó durante toda la guerra de invasión, incluso cuando México se rindió y firmó los Tratados de Guadalupe Hidalgo, mediante el cual entregó todos los territorios nórdicos a los gringos, el padre Jarauta no licenció a sus tropas, desconociendo al gobierno mexicano por haberse rendido y exigió continuar la guerra contra los extranjeros. Sin embargo, como suele suceder en la historia nacional, el levantamiento del padre Jarauta fue sofocado cuando lo traicionaron denunciándolo en el momento que organizaba otro frente de guerra en Guanajuato, y por órdenes de Anastacio Bustamante fue fusilado en julio de 1848. No es el único caso de extranjeros, sobre todo españoles, que lucharon entregando sus vidas por defender la soberanía nacional mientras que algunos mexicanos sólo velan por sus intereses sin importarles los de México. Qué pena por ellos.