24/Apr/2025
Editoriales

El vicio del tabaco es el peor de todos

De Hitler y su nacismo se saben cosas terribles. Sin embargo, también tiene algunas cosas buenas; no podría explicarse su liderazgo en el pueblo alemán si el tipo no tuviera aspectos brillantes. Uno de ellos es su lucha contra el tabaco, planta vegetal solanácea de procedencia americana que se supone nació en zonas costeras de México, Bolivia y Venezuela. Al margen de su origen, el mundo científico coincidía en que se trataba de un producto dañino contra la salud, pero Hitler apoyó al médico Franz H. Müller para que publicara el primer estudio epidemiológico y científico que demostraba la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Así que el Führer arrancó la primera campaña mundial anti tabaco, tal vez la única real que hasta ahora se haya realizado. Se prohibió fumar en espacios públicos y desde luego en espacios cerrados y transportes. Se restringió la dotación de cigarros a las mujeres y a los menores de 18 años, así como a las embarazadas había una calificación superior del delito, castigado severamente. En 1940, en plena Guerra, Hitler ordenó que a sus soldados se les racionara el tabaco a seis cigarrillos diarios, y que al soldado que no fumara se le daba más comida o chocolate. La propaganda oficial era: “hermano nacionalsocialista: ¿sabías que Hitler está en contra de fumar y cree que cada alemán es responsable de sus actos pero no tiene derecho a dañar su cuerpo?, y: “nuestro Führer no toma ni fuma y su desempeño en el trabajo ¡es increíble!”. Promovió el uso de chicles de nicotina  y enjuagues bucales para que el sabor del tabaco resultara nauseabundo. El Wissenshaftliches Institut zur Erforschung der Tanakgefahren –Instituto Para el Estudio de los Peligros del Tabaco- y otras instituciones de investigación tuvieron un gran presupuesto. Ahora se sabe que, el tabaco además de cáncer en pulmón, se relaciona con otros cánceres y enfermedades cardiacas e infartos cerebrales, y que hasta el fumador pasivo (el que está cerca de alguien que está fumando) se afecta con la inhalación del humo indirecto del cigarro. El término Passivrauchen “fumador pasivo” fue acuñado durante el régimen nazi y que implica el concepto de que el tabaco es un veneno que mata lentamente. Lo que sea de cada quien, esta es una buena del tal Adolfo Hitler, comprobando el dicho de que “aún entre lo negro, hay algunos pedacitos blancos”.