Myrtle Beach.- Cerca de un millón de clientes siguen sin electricidad en la costa sureste de Estados Unidos como consecuencia del huracán 'Florence', ya degradado a tormenta tropical, aunque sigue dejando importantes lluvias en Las Carolinas.
Al menos 11 personas han muerto y decenas más quedaron atrapadas en sus viviendas de Carolina del Norte tras el desbordamiento de varios ríos debido a 'Florence'.
Florence todavía "descarga cantidades épicas" de lluvia, aunque ha perdido fuerza, según destacó el gobernador de Carolina del Norte, el estado del sureste de Estados Unidos más afectado por el paso de la tormenta.
Mientras 'Florence' se desplaza con lentitud (casi 4 kilómetros por hora) hacia el oeste y ya se encuentra sobre Carolina del Sur, sus efectos se notan especialmente en el vecino estado de Carolina del Norte, donde más de 780.000 usuarios siguen sin fluido eléctrico, según el departamento de coordinación de emergencias regional.
A ellos hay que sumar varios miles en el estado de Virginia y los cerca de 150.000 en Carolina del Norte.
A pesar de su debilitamiento, Florence sigue amenazando con inundaciones "catastróficas" y desbordamientos de ríos en Las Carolinas y vientos de 80 km/h, según indicó el Centro Nacional de Huracanes de EU.
Se sumó a la advertencia el Servicio Nacional de Meteorología, que, a través de un tuit publicado este sábado, alertaba de posibles riadas "mortales" en Las Carolinas, Virginia y Virginia Occidental en los próximos días.
Una mujer de 61 años murió este viernes cuando su auto chocó con un árbol que había caído como consecuencia de los vientos, dijo el portavoz del departamento de coordinación de emergencias de Carolina del Sur Antonio Diggs.
Esta es la primera muerte que se registra en Carolina del Sur, donde el ciclón avanza lentamente (3 millas por hora o 5 km/h) y está a 40 millas (65 km) de la ciudad de Florence, según el más reciente boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH).
A esto hay que sumar tres muertes más debido a "riadas y balsas de agua en las carreteras" en el condado de Duplin, en Carolina del Norte, lo que llevó al alguacil local a decretar el toque de queda desde las 19.00 hora local (23.00 GMT) a las 07.00 (11.00 GMT), informó la Oficina del Sheriff en su cuenta de Facebook.
Estas nuevas víctimas se suman a las registradas este viernes en Carolina del Norte, después de que Florence, ya degradado a tormenta tropical, tocase tierra a primera hora del día. Las primeras víctimas registradas fueron mujer y su bebé al caer un árbol sobre su vivienda en Wilmington, ciudad costera muy cerca al punto en el que Florence tocó tierra como huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, y vientos máximos sostenidos de cerca de 150 kilómetros por hora.
El padre del menor sobrevivió al impacto y fue trasladado a un hospital cercano, indicaron las autoridades locales.
Además, una mujer sufrió un ataque al corazón en Hampstead, y que el equipo médico no pudo llegar a tiempo hasta donde ella se encontraba debido a los árboles caídos que encontraron en el camino.
La cuarta y quinta víctima mortales fueron dos ancianos del condado de Lenoir. Uno de ellos, de 78 años, falleció cuando intentaba conectar un enchufe a un generador eléctrico y el otro, de 77, apareció muerto en el exterior de su casa. Las autoridades locales creen que un golpe de viento le derribó, causándole un golpe mortal, cuando salió a comprobar cómo se encontraban sus perros de caza.
Este sábado se espera que el ciclón se degrade todavía más y se convierta en depresión tropical al tiempo que vire rumbo al norte y alcance Ohio el próximo lunes.
Hasta entonces, podría acumular hasta 38 centímetros de lluvias en Las Carolinas y Virginia, a lo que hay que sumar el posible aumento del nivel del mar debido a la marejada ciclónica de hasta 1,5 metros.